El frágil territorio majorero continúa expuesto a las agresiones y al expolio de personas que no respetan los espacios naturales que atesora Fuerteventura. Las promociones turísticas que se realizan sobre el destino majorero y sus atractivos en Internet y redes sociales destacan algunas zonas de alto valor ecológico para que sean visitados por los turistas lo que provoca una masificación de estos espacios con el claro peligro de su deterioro. La fotos en las rocas con formas de animales, el expolio de los rodolitos o los grafittis en el Barranco de los Encantados, entre otros espacios, suponen una agresión a un territorio ya de por si maltratado ante la falta de vigilancia.
La Reserva de la Biosfera de Fuerteventura hizo ayer un llamamiento a la sensibilidad de visitantes y población local para que respeten los espacios naturales y se eviten las agresiones a los mismos. También, alzó la voz, una vez más, la Fundación Telesforo Bravo Juan Coello que vuelve a criticar las acciones inconscientes de personas que no dudan en arriesgar su propia vida por una foto e incluso poner en peligro los valores naturales de algunas zonas. Por otra parte, los visitantes continúan expoliando los rodolitos de la playas del municipio de La Oliva, institución que se ha visto obligada a instalar carteles prohibiendo estas acciones.
El director de la Reserva de la Biosfera majorera, Tony Gallardo, señaló que «estamos preocupados por toda estas series de actividades que lejos de disfrutar de la naturaleza sin dejar huella y respetando tanto los puntos biológicos como la fauna y la flora, se dedican a hacer piruetas, grafittis o expoliar los yacimientos paleontológicos, actitudes incívicas que hacen que los que vienen detrás no puedan disfrutar de la naturaleza». Además, añadió que «los espacios naturales, la naturaleza y los puntos de interés geológicos son elementos muy frágiles que si no los respetamos quedarán mutilados para el futuro».
A juicio de Gallardo «estas actividades que no respetan los lugares paisajístico dejando huella y que estropean el paisaje, deben de concienciarse que esas heridas son eternas en el tiempo. Por ello, y ante e l incremento de estas agresiones hacemos un llamamiento a la responsabilidad y a la generosidad con los demás para que se mantengan los espacios naturales íntegros».
Por otra parte, la concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de La Oliva ha instalado cartelería informativa para evitar los expolios en algunas playas del municipio de rodolitos, conocidas popularmente como roscas, palomitas de maíz o pop corn, que son estructuras calcáreas de algas rojas coralinas que son arrastradas por el mar a la costa.
Nivel de inconsciencia
La Fundación Telesforo Bravo ha vuelto a denunciar la escasa sensibilidad de personas que para sacarse una foto utilizan formaciones rocosas de alto valor natural. «La mal llamada «roca cocodrilo» es un suelo antiguo o paleosuelo de gran valor geológico, geomorfológico, paleontológico y paisajístico y también de gran fragilidad. Se ha puesto de moda entre instagramers de todo el mundo que como la de la foto ponen en riesgo la integridad del lugar y la suya propia haciendo tonterías de este calado. Lo acompaña además con un mensaje que demuestra su nivel de inconsciencia: «Si no cometemos locuras, la vida sería muy aburrida».
La Fundación hace un llamamiento público a través de su página en Facebook a las Administraciones Públicas, en especial al Cabildo majorero y Ayuntamiento de Pájara «sino toman medidas pronto, señalizando e impidiendo el acceso al lugar, la boca del cocodrilo se cerrará para siempre y con ella quizás alguna vida humana».
