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Donde los mahos observaban el cielo

La Reserva de la Biosfera estudia crear rutas de observación astronómica vinculadas a los antiguos aborígenes | La iniciativa pretende ser un foco de atracción turística

Imagen del observatorio astronómico de Sicasumbre, en el municipio de Pájara. | | RESERVA DE LA BIOSFERA

La despoblación del mundo rural, la calidad de sus cielos, el extraordinario clima y la escasa contaminación lumínica hace de Fuerteventura un destino turístico único vinculado a la astronomía y a la observación del cielo. Si ello, está vinculado con restos arqueológicos y etnográficos vinculados a las costumbres del pueblo maho para observar el cielo, sobre el que giraba su vida doméstica y religiosa, el proyecto de la Reserva de la Biosfera de crear una ruta de observación astronómica se convierte en un nuevo atractivo cultural y turístico.

La Reserva de la Biosfera de Fuerteventura ultima un proyecto para crear rutas de observación del cielo majorero y su relación con los restos arqueológicos y etnográficos del pueblo maho, los antiguos aborígenes que habitaron la isla majorera. El objetivo no es otro que potenciar la arqueoastronomía y convertir la iniciativa en un foco de atracción turística.

La Unesco declaró en 2015 a Fuerteventura como Reserva y Destino Turístico Starlight y la avaló como un espacio en el que se establece el compromiso de velar por la defensa de la calidad del cielo nocturno y el acceso a la luz de las estrellas, y cuya principal función es preservar los diferentes valores asociados al mismo, ya sean culturales, científicos, astronómicos paisajístico o naturales. Sin embargo, no todas las instituciones cumplen con esta normativa, especialmente los ayuntamientos, que continúan contaminando lumínicamente sus espacios públicos.

A las excelentes condiciones lumínicas del cielo majorero se une un importante acervo arqueológico y etnográfico asociado a la astronomía cultural, íntimamente ligado con las creencias de la sociedad prehispánica majorera y los vestigios de estos en las tradiciones y culturas después de la conquista. 

El territorio majorero acoge un extraordinario repertorio de sitios arqueoastronómicos y expresiones únicas con connotaciones astronómicas como petroglifos, podomorfos, estructuras denominadas efequenes y círculos de piedra que en algunos casos constituyen auténticos marcadores astronómicos. 

Lugares sagrados

Estos espacios arqueológicos y lugares sagrados se corresponden con ámbitos como Tindaya, llano y barranco del Esquinzo, Tefía, Tejate-Montaña de la Arena, Corral de la Asamblea-La Fortaleza, Tijonay, Tablero de los Majos, Montaña de la Muda, entre otros muchos.

En la terminología de la Unesco estos lugares constituyen auténticos Paisajes culturales asociativos, articulados sobre los bienes arqueoastronómicos y lugares sagrados de los majos, en asociación con los otros elementos etnográficos más recientes. Constituyen espacios que se consideran únicos en el mundo en términos comparativos. Al mismo tiempo, son espacios que se estiman únicos en el mundo en términos comparativos. «Este excepcional patrimonio, sumado a las excelentes condiciones del cielo majorero y a la existencia de lugares actuales de observación como el Observatorio de Tefía, permite concebir el establecimiento de un Parque Estelar», se recoge en el borrador del proyecto. Además, el documento destaca que esta denominación hace referencia a un territorio que preserva el patrimonio arqueastronómico y protege su cielo nocturno lo suficiente como para desarrollar actividades de observación, didácticas, culturales y turísticas, ligadas a eventos astronómicos y al conocimiento de los cielos del pueblo majo.

Pretende proteger los elementos arqueológicos y etnográficos vinculados al cielo

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El director de la Reserva de la Biosfera de Fuerteventura, Tony Gallardo, señala que el proyecto de paisaje cultural de los cielos del pueblo maho «sin duda servirá primero, para que las nuevas generaciones conozcan ese gran legado y el valor que tienen esas tradiciones y esos restos arqueológicos y, en segundo lugar para que nuestros visitantes entiendan que es importante la conservación de todos esos elementos ligados a la protección del cielo y la observación de las estrellas». 

Además, añade que «en la Reserva de la Biosfera estamos muy comprometidos con la apuesta en valor de los cielos de Fuerteventura por un lado y, de todo ese conocimiento ancestral que atesoran nuestros mayores y que forman parte de ese legado material e inmaterial que son las tradiciones, y los restos arqueológicos ligados al cielo de nuestra Isla».

El proyecto pretende reconocer y proteger adecuadamente el excepcional patrimonio del celaje de la isla de Fuerteventura, así como los elementos arqueológicos y etnográficos relacionados con este, por medio de la declaración de un paisaje estelar arqueoastronómico que regule la iluminación, y la protección de los efequenes originarios, los petroglifos y otros elementos, y que promocione la observación de las estrellas. «Brinda también la oportunidad de recuperar y poner en valor edificios e infraestructuras, generando actividad de uso público como el astroturismo y el turismo cultural arqueoastronómico, mediante acciones de apoyo como la remodelación y digitalización el actual observatorio astronómico de Tefía, propiedad del Cabildo, el diseño de un futuro planetario, o desarrollando rutas Starlight dotadas de pequeños miradores celestes de observación y rutas arqueoastronómicas, recuperando el cielo de los antiguos majos».

Entre las propuestas que destaca el documento del proyecto resalta un plan de acción y programa de actuaciones que incluya posibles infraestructuras de uso público y turístico para la puesta en valor de los paisajes culturales incluyendo senderos, rutas Starlight y arqueoastronómicas, miradores, centro de visitantes, observatorio, y otros elementos.

El proyecto trata de potenciar el astroturismo y el turismo arqueoastronómico

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En opinión de Gallardo, «la Reserva de la Biosfera junto a la consejería insular de Sostenibilidad Ambiental estamos hablando del paisaje como un elemento donde confluyen cultura, naturaleza y la historia. Todos ellos de forma conjunta le dan esa singularidad tan grande que tiene el interior de Fuerteventura».

La coordinación del trabajo y del equipo correrá a cargo de Cipriano Marín, punto focal de la iniciativa astronomía y Patrimonio Mundial de la Unesco, miembro de la Comisión Española del Patrimonio Mundial (Ministerio de Cultura), y coordinador de la iniciativa internacional Starlight. 

Marín es experto en paisajes culturales arqueoastronómicos y fue el coordinador de la inscripción de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.

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