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Puerto del Rosario | Juicio por un presunto acoso sexual en el Ayuntamiento

Una testigo alega que Herrera le envió mensajes con insinuaciones sexuales

La vista se suspendió por no comparecer el perito de la acusación particular | La denunciante, la exasesora municipal Yaiza Sotorrio, se reafirma en lo dicho

Yaiza Sotorrio en el momento de prestar declaración. Detrás, el acusado, José Juan Herrera, ayer. Onda Fuerteventura

El juicio contra el concejal de Obras y Servicios del Ayuntamiento de Puerto del Rosario, José Juan Herrera Marte, por un presunto delito de acoso sexual a una trabajadora municipal, quedó suspendido ayer por la incomparecencia del perito de la acusación particular. Aunque declararon todos los testigos, la magistrada Alicia María Buendía decidió la suspensión de la vista, que será reanudada el próximo 15 de junio, fecha en que declarará el acusado y los profesionales del peritaje. La jueza acordó sancionar al perito de la acusación con 300 euros por no acudir al juicio.

Herrera Martel se sentó en el banquillo de los acusados tras la querella interpuesta por la exasesora municipal Yaiza Sotorrio. La Fiscalía demanda una pena de cinco meses de cárcel, un año de inhabilitación y dos de alejamiento de la víctima para el concejal Herrera Martel. Otra testigo, también declaró que recibió mensajes del concejal con insinuaciones.

Por la sala de vistas del Juzgado de lo Penal número 2 de Arrecife con sede en Puerto del Rosario desfilaron ayer el alcalde portuense Juan Jiménez y los miembros de la corporación Peña Armas, Manuel Travieso y Mayra Marichal como testigos. Los dos primeros propuestos por la defensa y los otros dos por la acusación particular. Entre ellos existió declaraciones contrapuestas.

Sotorrio denunció el 17 de septiembre de 2020, una vez que fue cesada como cargo de confianza en el Ayuntamiento de Puerto del Rosario, asegurando que el motivo del cese fue no acceder a mantener relaciones sexuales con el concejal José Juan Herrera, que en aquel entonces era su jefe en el consistorio. La querella alcanzó inicialmente al alcalde, Juan Jiménez, como cooperador necesario al considerar que tenía conocimiento de los hechos y ni actuó ni puso los mismos en conocimiento de las autoridades competentes. Sin embargo, el juez consideró durante la fase de instrucción que Jiménez no participó en el delito que se investigaba.

La víctima se ratificó en su declaración inicial respecto a los numerosos mensajes de índole sexual que le mandó Herrera Martel, incluso a altas horas de la madrugada, entre los que destacó «que la invitó a follar con ella en el despacho», así como que el acusado empezó a realizarle miradas sobre su forma de vestir.

Mientras que Travieso y Marichal aseguraron en la vista que pusieron los hechos en conocimiento del regidor municipal, este lo desmintió, al igual que la concejala Armas, que aseguró que veía poco por el Ayuntamiento a Sotorrio. Otra de las testigos, Irene A. V. también aseguró que había recibido mensajes de insinuaciones sexuales del acusado.

Sotorrio estuvo ayer apoyada por sus padres y varias amigas, algunas de ellas del colectivo feminista que siguen creyendo la versión de la joven, aunque será finalmente la magistrada Buendía quien tenga la última palabra una vez finalizado el juicio en su segunda sesión.

Faltan las pruebas periciales

Mientras que la abogada de la acusación, Eleida Lanzas Martínez, declinó realizar declaraciones a la finalización de la vista, Raúl Miranda, que defiende al concejal Herrera, señaló que «ahora falta por practicar las pruebas de la pericial de la acusación, la de la defensa y la declaración del acusado. Después de estas tres pruebas se producirá las conclusiones, el resumen de prueba donde cada uno defiende sus posturas. Primero el fiscal, los abogados de la acusación y de la defensa».

Además, añadió que «es un engorro porque es dejar tantos días por medio. Yo en más de 40 años de profesión nunca me ha pasado esto, pero es lo que hay».

Respecto a sus conclusiones sobre la vista «salgo bastante satisfechos en especial por las pruebas practicadas. Creo que no hay nada que me perjudique y que me afecte negativamente en la estrategia de defensa de mi cliente. Quien tiene que manifestar esto es la jueza, yo le hablo de mi impresión. Creo que ha habido ninguna prueba que haya salido distinto a lo que esperaba», apuntó Miranda.

Respecto a la testigo Irene V, «lo que ha dicho es que tenía mensajes de un señor, de un tío pesado, pero no ha puesto ninguna denuncia y es cuñada de la víctima», concluyó Miranda.

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