La fortuna sonrió a Fuerteventura. El cupón diario de la ONCE ha dejado en Puerto del Rosario su mayor premio en el sorteo del pasado miércoles, a través del cupón agraciado con 500.000 euros al número y la serie y otros nueve cupones con el número premiado agraciados con 35.000 euros cada uno. En total, el premio asciende a 815.000 euros que se reparten en diez cupones.

El vendedor José David Santana Ramos (Puerto del Rosario, 1977) fue el encargado de repartir la suerte con los 10 cupones vendidos. El puesto habitual de venta lo tiene en la zona industrial de Risco Prieto, a un escaso kilómetro de la ciudad, aunque en la actualidad se encuentra sustituyendo a un compañero en el kiosco de venta ubicado en la avenida Juan de Bethencourt, 41 de Puerto del Rosario. En esta ocasión, también vendió cupones en los pueblos de Tetir, La Asomada, Tamariche y El Time. En uno de ellos reside el afortunado ganador del medio millón de euros, así como tres de los agraciados con 35.000 euros, mientras que el resto de los cupones premiados fueron vendidos en la capital majorera.

José David tiene una discapacidad en uno de sus miembros superiores como consecuencia de un accidente de tráfico, en el año 2005, cuando volcó su coche y una de sus manos quedó atrapada entre el amasijo de hierro. «Se metió un coche delante del mío y nos provocó el vuelco», señaló el vendedor de la ONCE a este periódico. Las graves lesiones le provocaron falta de movilidad. En 2009 logra ingresar en la ONCE como vendedor y durante estos 13 años ha dado cinco premios importantes, aunque éste es el más importante.

Nada más conocer el resultado del sorteo supo quién era el agraciado del medio millón de euros, un cliente habitual que gastó dos euros. «Lo llamé y no lo sabia. Le dije, mira la serie del cupón, ¿sabes cuánto has ganado? Cuando le expliqué que le correspondían 500.000 euros imagínate la alegría aunque no se lo creía, pensaba que estaba de broma», afirma José David muy satisfecho de repartir, una vez más, tanto dinero.

Otra de las alegrías del vendedor de la ONCE radica en que los agraciados son «gente necesitada. Los conozco a todos y sé que ha sido una enorme alegría para ellos y para mí, porque mi objetivo es hacer feliz a mis clientes y cuando das un premio te llenas de satisfacción porque has logrado cumplir con tu deber que no es otro, y el de la ONCE, que hacer felices a nuestros clientes».