El Obispo de la Diócesis de Canarias, José Mazuelos, reclamó ayer un mayor apoyo a los menores inmigrantes que llegan a las islas a bordo de pateras desde el continente africano para posibilitar no sólo su integración sino su formación en una sociedad nueva para ellos. Mazuelos hizo esta reflexión en el transcurso de la homilía ofrecida durante la eucaristía en honor a la Virgen de La Peña, Patrona de Fuerteventura, que ayer celebró el día principal de la misma. La misa tuvo lugar en la plaza pública de Vega de Río Palmas que registró una masiva afluencia de feligreses que abarrotaron el espacio público y que, posteriormente participaron en la tradicional procesión de la Patrona.
«Me alegra que en Fuerteventura se hayan abierto centros para esos menores donde encuentran un sitio, una casa, un hogar....Por lo menos encuentran apoyo. Hablo de Las Salesianas o del Cabildo insular para poder tener unos estudios, para poder formarse... son jovencitos de 15 o 16 años, aunque para lo que interesa son adultos o menores, depende de como le guste a cada uno. Aquí, cada uno elige lo que quiere. Si le interesa al Gobierno que son adultos pues son adultos; que le interesa que son menores pues son menores. Tenemos que estar ahí con esos inmigrantes menores de edad años, con esas niñas ayudándoles a integrarse».
El Obispo, que presidió la misa acompañado de ocho sacerdotes, reflexionó sobre el flujo migratorio que sufre el Archipiélago. « No podemos imaginar cuatro días atravesando ese océano tan inmenso en un cayuco. Había pensado alguna vez en eso... cuatro días con cuatro noches sin saber si vas a llegar en medio del mar, todos hacinados, allí se come, se bebe y se hace todo».
Mazuelos también tuvo palabras para los peregrinos que se acercan desde todo el territorio insular al pequeño santuario de la Vega para rendir su devoción a la Patrona. «Tengo la imagen en Fuerteventura de esas luces de personas que vienen por la noche por la montañas con la dificultad de la oscuridad o de la propia montaña, pero que vienen con la esperanza y la certeza de llegar a La Peña».
El Obispo valoró durante su intervención el fervor que tiene el pueblo majorero por su Patrona « Es una virguencita que no sé si es de marfil o alabastro, pero si sé que es la madre de Dios, que tiene la capacidad de abrirte las puertas del cielo, meter esperanza en tu corazón, descubrir que no estas solo y que camina con ella a esa Jerusalén celestial», aseguró.
Tras la misa, se desarrollo la tradicional procesión religiosa en los aledaños del diminuto santuario de Vega de Río Palma, donde los vecinos pasearon a hombros la imagen de la Patrona. Tras su conclusión, la misma fue de nuevo introducida en el templo donde el Obispo Mazuelos, portando la imagen en sus manos, ofreció a los numerosos feligreses la posibilidad de venerar y saludar a la misma.
A primera hora de la tarde se celebró el tradicional puchero popular y música en la plaza pública.
