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Opera Fuerteventura, la opera del pueblo

La obra La Bohéme registró una excelente entrada en el Auditorio de Congresos de la capital v José Concepción y Jonathan Suárez, alma mater de la opera en la isla

El elenco de actores de obra La Bohéme reciben los aplausos del público al final de la representación. | | A.KUZNETSOVA/CELIBER FERNÁNDEZ

Esta temporada, el Palacio de Formación y Congresos de Fuerteventura volvió a abrir sus puertas para “Ópera Fuerteventura”, que programó para el pasado fin de semana dos representaciones de La Bohème de Puccini, y una gala lírica para ayer domingo. Desgraciadamente, y como consecuencia de la alerta del ciclón, se suspendieron la representación del sábado y la gala del domingo. Pero, al menos pudimos disfrutar el viernes del estreno de La Bohème, sin duda el evento principal de este VII Festival Ópera Fuerteventura.

Asistir a una representación de ópera en Fuerteventura es una experiencia fuera de lo común. Por varias razones. La primera por el estupendo Palacio de Formación y Congresos de Puerto del Rosario, que permite representar óperas ya de un cierto nivel, pues cuenta con muchas posibilidades técnicas para la puesta en escena e iluminación, y tiene foso para la orquesta aunque, todo hay que decirlo, el diseño del mismo hace que la música se proyecte con algo más de intensidad sonora de lo que sería deseable.

El tenor José Concepción y Jonathan Suárez, al termino de la función. | | A.K. / C.F.

Pero además de esto, sin duda lo que hace particular a la ópera de Fuerteventura es la forma de producir las representaciones, que se transforman en una aventura musical interactiva con el pueblo de la isla. Un gran número de personas y asociaciones se involucran entusiásticamente con cada producción para poder hacer realidad el vestuario, los decorados, e incluso los figurantes de cada representación proceden de murgas, asociaciones de discapacitados, etc...El ambiente que se crea en torno a Ópera Fuerteventura es verdaderamente especial y rompe con muchas de las ataduras a las que se ha visto constreñido este maravilloso género musical durante muchos años. En Fuerteventura, les puedo garantizar que la ópera es cercana y accesible a cualquiera.

Y dicho esto, contarles que la representación de “La Bohème” del pasado viernes, responde a una producción propia de “Ópera Fuerteventura”, donde dos personas ocupan un destacadísimo lugar: El tenor majorero José Concepción, alma mater de la ópera en la isla, y el presidente de la Asociación Ópera Fuerteventura, Jonatan Suárez. Ambos supervisan todos los detalles de cada representación. Esta vez contaron con la orquesta Turca “Olten Philarmonic Orchestra”, bajo la batuta del director italiano Roberto Gianola. A pesar de algunas limitaciones, como la sustitución de las arpas por un piano, sin embargo la orquesta sonó bien,empastada.

El director tuvo que luchar contra la sonoridad del foso, atemperando los instrumentos para poder dar aire a los cantantes. La coordinación con el coro en el segundo acto se hubiera podido mejorar un poco, sin que ello desmerezca la labor en general de la orquesta.

En la parte canora, destacar por encima de todos a la soprano barcelonesa Nuria Vilá, que fue además de protagonista, la triunfadora de la noche. Nuria posee una voz potente y clara, adecuada a papeles puccinianos, incluso con aquéllos de más carácter que el de la Mimí de la Bohème. En su estreno en Fuerteventura, sin embargo no encontró en su pareja artística el balance canoro que uno espera para este papel. Andoni Martínez Barañano, en el papel Rodolfo, pareja de Mimí, en cuanto a intensidad estuvo por debajo de la soprano, y en cuanto a su técnica vocal, encontró dificultades en el paso de la voz a los registros altos.

Destacada intervención tuvo también el barítono venezolano Jonh Heath, quien se encontró cómodo en el papel de Marcello. Tiene buenas cualidades canoras, y como actor se desenvolvió bastante bien en esta representación de la Bohéme. Tuvo como pareja artística a la soprano madrileña Teresa Castal, poseedora de gran experiencia en ópera, zarzuela e incluso en musicales. Posee una voz delicada, no muy ancha, pero adecuada al papel de Musetta que interpretó. Por último destacar la represeantación del gaditano Angel Tomás Pérez Cruceira, barítono que encarnó los papeles de Benoît y Alcindoro. Ambos papeles, cortos, pero con impacto en el público por lo simpáticos que son, estuvieron muy bien representados por Ángel Tomás que supo conectar con el público de Fuerteventura.

Y no me olvido de los diseños de la escenografía de Juan Pedro Mendoza y del vestuario de María Hernández, Inma Montserrat, Juani Suárez & Cía y Macame Gil, así como de la Asociación Española contra el Cáncer y otros muchas más que hicieron posible que en Fuerteventura la ópera sea un evento cercano al pueblo. Esperemos que continúe en los próximos años esta labor difundidora del género en la isla, pues es un lujo que hay que cuidar con cariño.

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