El sector primario de Fuerteventura vive con optimismo las lluvias caídas tras el paso de la tormenta Hermine, que posibilitara en las próximas semanas que el territorio majorero se transforme en un manto verde. Ello, ayudará a ganaderos y agricultores a afrontar con una mayor confianza el futuro próximo en un sector que ha sufrido las consecuencias de la crisis sanitaria y la guerra de Ucrania por el encarecimiento de la alimentación. Uno de los ganaderos con mayor número de cabeza de ganado de la isla cree que la lluvia levanta la ilusión de las cabras.

El agua caída durante el pasado fin de semana ha regado completamente el territorio insular ya que el agua llenó gavias, nateros y presas, una imagen casi desconocida en Fuerteventura desde hace más de una veintena de años. Además, no hubo que lamentar pérdidas humanas y las incidencias apenas tuvieron importancia.

Los ganaderos creen que los pastos ayudarán a complementar la comida al ganado

Bernardo Peña, uno de los ganaderos más importantes de la isla, señaló tras el paso de la tormenta Hermine que el sector ganadero «tiene que felicitarse, aunque es verdad que las cabras ya dependen de los contenedores y de la importación de cereales y forrajes». Además, apuntó que «hasta las cabras se ven más ilusionadas después del día soleado que tenemos al tercer día de llover».

Peña, anunció que «parece que empieza a remitir el precio de los cereales y del transporte, pero no es la subida constante que hemos sufrido desde hace unos meses, lo que nos llena de satisfacción porque podría ser la vuelta a la normalidad de un sector que lo ha pasado muy mal».

La ilusión de las cabras majoreras

Leo Araya, presidente de la Asociación de Pequeños Agricultores, mostró la enorme felicidad del sector por la lluvia «nuestra felicidad es el sentir de la mayoría de los majoreros», señaló a este periódico, mientras se encontraba en su finca. También, reconoció que «ver llover supone no dormir por la noche, ver los barrancos corriendo, las gavias llenas y la filtración que se produce en los pozos», aunque pidió «una mayor atención de las instituciones para el campo majorero. Hay que revitalizar el campo, mantener el precio del agua agrícola y evitar que la mayor parte del agua que cayó se vaya al mar».

Evaluación de daños

El presidente del Cabildo de Fuerteventura y responsable del Área de Infraestructuras, Carreteras y Ordenación del Territorio, entre otras responsabilidades, Sergio Lloret, realizó un recorrido por las distintas zonas de la Isla, afectadas por la tormenta Hermine, con el fin de evaluar los daños y comprobar los trabajos llevados a cabo a lo largo del fin de semana, así como los que se ponían en marcha desde primera hora de ayer, una vez decaída la alerta máxima, con el fin de restablecer los servicios para la ciudadanía.

El personal del Cabildo trabaja para reparar los pequeños daños producidos por la lluvia

Durante el recorrido, Lloret pudo comprobar que «afortunadamente no se han producido daños para las personas, mientras la mayor parte de las incidencias generadas por las lluvias fueron solventadas a lo largo del fin de semana, de forma inmediata, por los servicios de Seguridad y Emergencias, Carreteras, Obras Públicas y Maquinarias, el Consorcio de Abastecimiento de Aguas de Fuerteventura (CAAF)».

La ilusión de las cabras majoreras

Los operarios han venido trabajando tras el paso de Hermine en la reparación de caminos y accesos a viviendas, propiedades y ganaderías, así como en la revisión y reacondicionamiento de carreteras y la reparación, en colaboración con el Consorcio de las incidencias generadas en las infraestructuras hidráulicas de la Isla.