La décimo tercera edición del Simposio internacional de Esculturas de Puerto del Rosario, que se ha desarrollado en dos ubicaciones en las que se han ido desarrollando las creaciones artísticas de los cuatro escultoras y escultores participantes de esta edición: Juan Gopar (Lanzarote), Laura Mesa (Tenerife), Ania Sabet (Londres), Ali Soltani (Teherán), ha llegado a su fin. Sus trabajos se suman a las 184 obras que forman parte del Parque Escultórico de la capital majorera.

Los espacios donde se van a ubicar las esculturas que, a la vez, son los lugares de creación y vinculados al mar, buscan una identidad entre el concepto, las esculturas y los artistas a través de los espacios patrimoniales en los que se han ubicado las obras y el trabajo de los cuatro escultores como son las zonas de Los Hornos de Cal de El Charco y de Los Pozos.

Para el alcalde portuense, Juan Jiménez, «estos son espacios de creación que abordan, de manera directa, elementos patrimoniales de la historia de esta ciudad, Puerto del Rosario, como son los conjuntos de hornos de cal que jalonan el litoral de la capital majorera que, recordemos, a mediados del siglo XX recibía el sobrenombre de ‘puerto de la cal’». Otra de las novedades del simposio ha sido la importancia dada a la formación y al apoyo a las nuevas generaciones de artistas, con la presencia de cuatro estudiantes de enseñanza artística que han colaborado con los escultores en el desarrollo de sus piezas, además de la visita de alumnado de varios centros educativos del municipio de Puerto del Rosario que realizaron diferentes talleres y actividades y pudieron admirar el desenvolvimiento artístico y el proceso de creación de cada uno de estos artistas.

Este evento se encuentra consolidado y coloca a Puerto del Rosario en el panorama nacional del arte y la escultura. « Gracias a esta iniciativa, la capital ya es reconocida como uno de los ejes y puntos que, respecto a toda la geografía del país, más esculturas tiene en su Parque Escultórico, compuesto de más de 180 obras».

Por su parte, el concejal de Cultura capitalino, Juan Manuel Verdugo, quien lidera esta iniciativa desde el área que dirige, señaló a este periódico que «lo que hemos pretendido en esta edición es transformar el paisaje desde la propia creación artística. De esta manera, se estableció un dialogo durante el proceso de las obras, entre la idea del artista y la participación ciudadana, pues fueron muchos los vecinos que se acercaron a ver trabajar a los escultores. Además, se ha logrado una identidad, de ahí el nombre de Salada por la vinculación de nuestra ciudad con el mar».