Describen por primera vez la estructura de huevos de aves de hace 2.100 años en Canarias

El material se recuperó de un yacimiento de la Islote de Lobos | En la investigación han participado expertos de las universidades de La Laguna, Zaragoza y el Museo Arqueológico de Tenerife

Imagen de archivo de una investigación en el yacimiento del Islote de Lobos.

Imagen de archivo de una investigación en el yacimiento del Islote de Lobos.

Investigadores del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), de las universidades de La Laguna y de Zaragoza y del Museo Arqueológico de Tenerife han descrito por primera vez la estructura de los huevos de dos aves que anidaron en las Islas Canarias hace unos 2.100 años.

Según ha informado este martes el IPHES en un comunicado, es la primera vez que se consigue un análisis biomineral de dos huevos fósiles completos de pardela (familia Procellariidae) recuperados en uno de los yacimientos romanos de la Isla de Lobos (Islas Canarias), con una cronología desde mediados del siglo I a dC. hasta la mitad del siglo I d dC.

La investigación, que publica la revista 'Diversity', ha sido liderada por la investigadora del IPHES Carmen Núñez-Lahuerta, quien ha explicado que no es habitual encontrar restos fósiles de huevos, pero en las Islas Canarias los restos de fósiles son relativamente comunes y han sido objeto de investigación desde los años 70.

Núnez-Lahuerta ha precisado que la importancia de conocer la estructura de estos huevos radica en que, "aunque a priori todos los huevos de pájaro son muy parecidos, estos tienen una estructura compleja muy variable".

"El caparazón de huevo está formado por tres capas, pero el grosor relativo puede ser diferente, como también lo es la presencia y distribución de otras estructuras como las cutículas o las vesículas. Este conjunto de variaciones son típicas de cada especie, por lo que su estudio permite identificar a la ave ponedora", ha detallado la investigadora.

Así se hizo la investigación

Los investigadores han utilizado diversas técnicas de microscopía tras preparar las muestras en láminas delgadas para ser observadas en microscopios petrográficos, y en muestras en probetas, para observarlas en microscopio electrónico.

Así han podido ver la estructura de las tres capas típicas de los huevos de ave, y las proporciones entre el grosor de estas capas, así como la distribución de unas estructuras llamadas vesículas a lo largo de las capas, han posibilitado atribuir los huevos a pardelas, aves marinas de largas alas, típicas de aguas templadas y frías.

Gracias a que los huevos se recuperaron prácticamente completos, su tamaño y esfericidad también se han podido medir y han permitido asignar los huevos a los taxones Calonectrios/Puffinus y Puffinus, con los que los investigadores han descrito dos especies de pardela endémicas de las islas que actualmente están extintas: Puffinus holeae y Puffinus olsone.

Por eso, la próxima línea de trabajo de los investigadores será caracterizar la estructura biomineral de los huevos de las pardelas canarias extintas para aumentar el conocimiento sobre el registro fósil y conocer más sobre su comportamiento y su extinción.

El de la Isla de Lobos es el único yacimiento romano de Canarias y está situado en una pequeña isla de unas 500 hectáreas, de origen volcánico, ubicada en el estrecho de La Bocaina, entre las islas de Fuerteventura y Lanzarote.

Según la catedrática de Arqueología de la Universidad de La Laguna, Carmina del Arco, "Lobos es un privilegio y, al mismo tiempo, un yacimiento exótico para las culturas canarias".

"Es solo romano, sin material relacionado con culturas indígenas canarias, y explica los intereses económicos que hubo para explotar los recursos de los territorios de Canarias desde época muy antigua", ha añadido la catedrática.

Los trabajos de excavación arqueológica en esta isla han permitido identificar el asentamiento como taller de púrpura que habría funcionado desde mediados del siglo I a dC. a mitad del siglo I d dC.

El conjunto de evidencias localizadas en Lobos, como concheros de Purpura haemastoma, ánforas de salazones, vinarias y oleicas, cerámica común o instrumental de pesca, refleja la frecuentación de Canarias por parte de poblaciones romanas, con probable origen en Gades, con el objetivo de explotar los recursos naturales, en este caso el tinte púrpura.