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Industria cinematográfica

Cine con corazón majorero

Miguel Letang Velarde (Puerto del Rosario, 1981) siente una pasión genuina por el cine, por experimentar, por crear. Rueda en la actualidad ‘Ein kleines Experiment’, un corto que es también una declaración de amor al oficio, a la isla y a la gente que lo hace posible. Fuerteventura tiene un director de cine con futuro.

El director de cine, Miguel Letang, en el centro, dirigiendo a los actores de ‘Ein Kleines Experiment’, durante el rodaje en Corralejo.

El director de cine, Miguel Letang, en el centro, dirigiendo a los actores de ‘Ein Kleines Experiment’, durante el rodaje en Corralejo. / La Provincia

M. R. P.

Puerto del Rosario

En un viejo laboratorio reconstruido con precisión quirúrgica, entre vitrinas polvorientas, tubos de ensayo y una radio de los años treinta, se ha gestado un experimento doble: uno ficticio, de laboratorio, y otro real, cinematográfico. Ein kleines Experiment, el nuevo cortometraje del realizador majorero Miguel Letang Velarde, es una apuesta audaz que mezcla géneros, ironía y talento local.

El título, en alemán, significa Un pequeño experimento. Y no es casual. Letang juega con la idea de metacine, cine dentro del cine, para narrar el rodaje de una película de terror y las situaciones surrealistas que, lejos de la ficción, ocurren en la vida real. «Se trataba de jugar con tres géneros diferentes en sólo tres minutos y que no resultara demasiado disparatado o absurdo. Pero eso lo tendrá que decidir la gente que lo vea», confiesa el director.

La producción, impulsada por Antonio Borrero para Árida Films y Papahuevo 2.0, es también una declaración de principios: demostrar que en Fuerteventura hay talento y capacidad para crear cine de calidad, tanto en grandes rodajes que llegan a la isla como en pequeñas joyas locales.

Una de las escenas grabadas en el pueblo de Tefía. | LP/DLP

Una de las escenas grabadas en el pueblo de Tefía. | LP/DLP

Gracias a la colaboración de Dailos Paniagua, Bentorey Espinel, Zeben Armas, Rafael Pérez Rodríguez, José Herrera y Rodrigo Cabrera, se logró construir y ambientar en tiempo récord un laboratorio que parece sacado de una novela gótica. No faltó detalle: una centenaria silla de barbería, material quirúrgico real, réplicas de fetos flotando en suero… Un escenario que es, en sí mismo, un personaje más del corto.

El director de cine majorero Miguel Letang rueda un corto mezcla de géneros, ironía y talento local

En un juego de espejos, el elenco interpreta a un equipo de filmación. Lo encabeza Carlos Arocha, seguido por Eduardo Fagerlund, Alfredo Parra, Roger Trejo y Susana Lamas. Más de veinte personas participaron en el rodaje, entre profesionales del sector como Adrián Tejero, Mario Senda, Iván Alonso o Pedro Estoico, y debutantes como Hilda Rodríguez, Cristian Vera, Carolyn Pike y la pequeña Emily Borrero, que con solo tres años hace una aparición estelar.

Miguel Letang estudió cine y audiovisuales en Madrid. Ha dedicado su carrera a la edición de vídeo y la animación gráfica, aunque su verdadera vocación siempre ha sido contar historias desde la dirección, el guion o el arte. «Llevaba mucho tiempo con la idea de hacer algo que mezclara varios géneros y al final escribirlo y dirigirlo yo mismo era la única forma de sacarlo adelante. Esta primera experiencia con Ein kleines Experiment ha sido maravillosa», afirmó Miguel Letang.

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