Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Fuerteventura alerta a las autocaravana de trasladar ardillas a otras islas

La institución insular asegura que son portadoras de enfermedades a personas y animales, y una amenaza para la flora y fauna canaria

El Cabildo alerta a las autocaravana  de trasladar ardillas a otras islas

El Cabildo alerta a las autocaravana de trasladar ardillas a otras islas

Portadoras de enfermedades para humanos y animales, amenaza ecológica al atacar fauna y flora autóctona y capacidad de reproducción suponen un riesgo de expansión a otras islas del archipiélago. Estos son algunos de los peligros de esta especie invasora originaria del norte de África y que se ha convertido en una auténtica plaga en Fuerteventura.

El Cabildo majorero reiteró ayer la prohibición de alimentar a las ardillas morunas que han colonizado completamente todo el territorio majorero, así como su captura y traslado fuera de la isla, ya que supone un enorme peligro para la biodiversidad canaria y para la salud de las personas.

La reacción de la institución insular se produce tras el avistamiento y captura de uno de estos ejemplares en la isla de Gran Canaria, que fue localizado y trasladado al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de aquella isla.

Desde la Consejería insular de Medio se hizo hincapié en que alimentar a las ardillas morunas, como ocurre diariamente en la mayor parte de la isla por turistas y ciudadanos, «altera su comportamiento repercutiendo en el equilibrio del ecosistema». Además, apuntan que «si les damos de comer, los animales van perdiendo la capacidad de subsistencia, se hacen dependientes, modifican su territorio, su población, sus hábitos y pueden llegar a introducirse en vehículos que se desplazan».

Otra de las advertencias que se realiza desde el Cabildo majorero es que estas especies «pueden transmitir enfermedades y al alimentarlas, estamos ayudando a desplazar e incluso llevar a la extinción a la fauna autóctona».

Vecinos, naturalistas y colectivos ecologistas llevan años denunciando ante las correspondientes administraciones la situación creada con la ardilla moruna y la necesidad de adoptar medidas correctoras para su control. Estos animales han colonizado toda la isla desde que en 1965 fueron traídas del norte de África por un vecino de Gran Tarajal y, que tras escaparse uno de los ejemplares soltó a la pareja. A partir de ahí arrancó la dispersión.

La institución insular coloca carteles prohibiendo alimentar a las ardillas, pero no ha surtido efecto

La institución insular coloca carteles prohibiendo alimentar a las ardillas, pero no ha surtido efecto / La Provincia

«Lo cierto es que la ardilla moruna ya no es solo un problema biológico: es un símbolo de cómo la interacción humana puede alterar profundamente el equilibrio natural», apuntó a este periódico un naturalista perfecto conocedor de la especie en Fuerteventura.

Autocaravanas

El programa Red Canaria de Alerta Temprana de Especies Exóticas Invasoras (Redexos) de la Dirección General de Espacios Naturales y Biodiversidad del Gobierno Canario lanzó en su día un comunicado dirigido a los aficionados a las autocaravanas. «Si tienes una furgoneta camperizada o autocaravana y visitas o vives en Fuerteventura presta atención a la ardilla moruna. Se ha comprobado que esta especie exótica invasora puede colarse en estos vehículos y alcanzar el resto de islas, en las que de momento no está presente».

Fuerteventura se ha convertido en un destino predilecto para los campistas. Por ello, desde el Gobierno de Canarias les alertan a extremar todas las precauciones de que las ardillas no accedan a los bajos de los vehículos y los trasladen a otras islas.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents