El Villa de Santa Brígida no quiso que el Teror celebrase la fiesta por el título y ascenso a costa suya y tras su reacción en la segunda parte logró un meritorio empate a cinco goles después de un partido intenso con muchos goles y ocasiones, pero pocas jugadas porque el campo del fútbol 7 de El Pino se les quedó muy pequeño.
Los dos equipos salieron a tope y nadie controló el partido hasta que el Teror hizo valer su calidad ofensiva para ponerse por delante, especialmente gracias al acierto de su capitán Elías. Todas las jugadas a balón parado eran oportunidades de gol y los porteros tuvieron bastante trabajo. La primera parte acabó con un disparo de Guille al larguero, preludio de lo que iba a pasar en la segunda.
El partido fue a más con el paso de los minutos y la llegada de nuevos goles. Elías puso a los suyos 5-3 en el marcador, pero el partido fue subiendo en intensidad y emoción hasta llegar el 5-5 obra de Domínguez. El partido se había descontrolado y la grada deliraba, por ello el árbitro, con muy buen criterio, mandó parar el partido y pidió a todos los jugadores que se dedicaran a jugar y a disfrutar.
Cualquiera pudo ganar en los últimos instantes, pero ya no hubo más goles. El empate fue justo, como justo lo será el título de campeón que celebrará el Teror porque no se puede discutir que es el mejor equipo de este grupo.