El Giro de Italia llega a su tercera etapa, que se disputa entre las localidades de Biella y Canale, una jornada de 190 kilómetros en la que los ciclistas deberán superar tres puertos ­–uno de tercera categoría y dos de cuarta– en la parte final que pueden servir para seleccionar el teórico esprint final.

La jornada no es a priori un test para los favoritos al podio, pero las cotas de la segunda mitad del día sí pueden servir para que determinados equipos busquen romper la carrera con la idea de descolgar a los velocistas con más dificultades cuesta arriba. El Bora podría ser uno de ellos, con Peter Sagan como apuesta.

En la jornada de ayer, el belga Tim Merlier (Giant Alpecin) se impuso en un nervioso esprint en el que superó a los italianos Giacomo Nizzolo (Team Qhubeka) y Elia Viviani (Cofidis), al holandés Dylan Groenewegen (Jumbo Visma) y al eslovaco Peter Sagan (Bora).

El italiano Filippo Ganna (INEOS) sigue como líder de la general e incluso ha aumentado algo su ventaja. Aprovechó el esprint intermedio bonificado para pasar en primera posición y meter tres segundos más a sus rivales.