Las Dunas de Maspalomas se han convertido en el paraíso europeo del turismo homosexual, que acude al interior de la reserva natural a diario para practicar sexo con desconocidos al aire libre.

El fenómeno es conocido en la cultura gay como cruising o cancaneo (pasear sin objeto determinado) y está tan arraigado en el sur de Gran Canaria que existen zonas consolidadas donde se mantienen todo tipo de relaciones sexuales fortuitas.

La más popular es la ruta que arranca en la trasera del hotel Riu Palace hasta perderse en el bosque del campo dunar, un laberinto de vegetación que es frecuentado por centenares de turistas y residentes en busca de relaciones, sobre todo a partir del mediodía. Lo mismo sucede en los matos cercanos al chiringuito número siete de la playa de Maspalomas, que es un conocido punto de encuentro de la comunidad gay.

Luego, al caer la noche, la diversión sexual se traslada al suroeste de las dunas, concretamente al lugar desde el que parten las excursiones turísticas a camello por la reserva natural. Dicen los entendidos en la materia que se descubre un ambiente distinto al anterior tras saltar la valla de acceso y adentrarse en los arbustos, con presencia mayoritaria de hombres locales que llegan en coche a la salida del trabajo.

También existe una zona consagrada al exhibicionismo heterosexual (dogging), aunque es menos conocida y frecuentada que las otras áreas. Lo normal ahí es encontrarse con orgías de variadas combinaciones y nacionalidades, que en algunos casos son grabadas en vídeo y colgadas en Internet para su venta como material pornográfico.

Todo este escenario de lubricidad pública en pleno espacio protegido es un secreto a voces en determinados ámbitos locales del sur de la Isla, pero el fenómeno ya trasciende fronteras e, incluso, se promociona en la red como un atractivo turístico más de Gran Canaria, que está orientado en exclusiva al colectivo gay europeo.

De hecho, hay guías que ofrecen información detallada sobre estos placeres carnales entre los matorrales de las dunas, que son definidas "como un gran parque temático de sexo y naturaleza" en la página www.gcgay.com, un sitio web especializado en los servicios que el territorio insular dispensa al turista homosexual.

Sin embargo, el grueso de la documentación se centra en las virtudes de Maspalomas como destino gay, sólo comparable a las "grandes mecas" homosexuales de Estados Unidos, entre ellas Florida o Palm Springs, en California, según recoge la web. Una especie de Miami Beach a lo canario que sitúa a la Isla como líder del sector en número de visitas durante la temporada de invierno, sobre todo por ese "paraíso" al aire libre en el que encontrar sexo.

La guía recoge hasta un plano para llegar a las zonas de cancaneo, además de recomendar playas, alojamientos, bares, discotecas, saunas o compras. Se trata de establecimientos ubicados mayoritariamente entre el principio de la avenida de Tirajana y el centro comercial Yumbo, que es el motor del ocio gay por excelencia.

Cuando cierran los locales de copas, entre las dos y las seis de la mañana, también son habituales los intercambios sexuales en la trasera de la Oficina de Turismo.

Hace poco, el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana anunció la retirada de los folletos que promocionan los paseos turísticos por las dunas, una medida con la que se pretende avanzar hacia la conservación del paraje natural, pues existen estudios que pronostican la desaparición de estos arenales en los próximos 50 años.

Pero el trasiego de personas hasta el momento es imparable, tanto para disfrutar del paisaje como para satisfacer los instintos más primarios. Hay que destacar que tampoco hay prevista una actuación concreta para garantizar la preservación de la reserva.

El cancaneo isleño. La búsqueda de sexo fortuito no es exclusiva de las Dunas. También se extiende a los baños de los centros comerciales, sobre todo de la capital grancanaria y de Vecindario.

Pero lo más llamativo quizá sea la cantidad de zonas costeras como Vargas, en Agüimes; una cala a la altura del túnel de Puerto Rico, o Las Salinas de Bañaderos, Arucas. Y es que, según las guías gays, el cancaneo isleño es exagerado en comparación al número de habitantes, sobre todo en San Bartolomé.

Entre otros motivos porque Maspalomas se ha convertido en la cuna europea del turismo homosexual, siendo sencillo practicar sexo al aire libre con desconocidos en las dunas. La actividad en esta reserva natural no es comparable a ningún otro lugar del mundo, según la guía www.gcgay.com.