El casco histórico de Agüimes dio ayer un paso más en la promoción del turismo rural con la rehabilitación total de la que fuera la casa del cura hasta convertirla en tres viviendas rurales con sus piedras y cantería y muebles de estilo tradicional. El alcalde, Antonio Morales, inauguró, en el Callejón El Moral las casas rurales La Aldaba y El Granero.

El taller de empleo Centro de Formación de Agüimes, con 40 trabajadores, en combinación con las concejalías de Desarrollo Local, Vías y Obras y Jardines han recuperado diversas estancias de la que fuera casa parroquial para impulsar el turismo rural. La villa cuenta con ocho casas rurales con 34 plazas y dos hoteles rurales con otras 33.

Las nuevas casas típicas La Aldaba y El Granero cuentan con una superficie de unos 70 metros cuadrados y un patio en común de 95 metros cuadrados.

El alumnado de los talleres de empleo se ha encargado del tratamiento de las paredes, de la pintura, de la colocación del pavimento, del alicatado tanto de la cocina como del baño, de la fontanería, del embellecimiento de los patios, así como de la elaboración de todos y cada uno de los muebles, incluida la cocina, que decoran estas nuevas casas rurales de la villa.

El acondicionamiento de las casas rurales ha contado, además, con financiación municipal y con financiación procedente del proyecto denominado Revalorización del patrimonio en la Macaronesia Rural, encuadrado en la Iniciativa Comunitaria Interreg III B.

Morales indicó que tras la apertura de estas dos nuevas casas, Agüimes afianzará su posición como un destino turístico que ofrece a sus visitantes una oferta turística ligada al patrimonio, a la naturaleza, a la gastronomía tradicional y los productos de la tierra, a la tradición y a la cultura. "Las personas que nos visiten podrán hacer un recorrido por el legado de nuestros antepasados y que en la actualidad convive en armonía con la modernidad", dijo.