Antonio Morales Méndez es el alcalde de Agüimes y asegura que la buena gestión económica realizada en los últimos años ha permitido al Ayuntamiento afrontar la crisis actual. El regidor municipal critica la falta de un plan de empleo específico canario, el parón del Plan de Cooperación del Cabildo y que el Gobierno central haya retrasado la negociación de la financiación local.

- ¿Cómo está viviendo Agüimes la crisis económica?

- Con mucha incertidumbre ante lo que pueda suceder con un importante sector de la ciudadanía que lo está pasando muy mal. La administración local es la vanguardia, la que se enfrenta a diario a esta realidad. También la vivimos convencidos de que es en estos momentos cuando hay que plantear una gestión desde la esperanza, la ilusión y el trabajo bien hecho. Es el momento de sacar los recursos de una buena gestión.

- Ustedes han aprobado un presupuesto de casi 29 millones de euros, con un incremento del 1,23% cuando otros ayuntamientos han bajado.

- Eso tampoco es cierto en un 100%. La subida se debe a que mantenemos las partidas de inversión del plan plurianual para el Auditorio y el teatro biblioteca de Cruce de Arinaga. Si detraemos los 2.276.030 euros de dichas obras, el presupuesto de este año baja un 8%.

- ¿A qué departamentos afecta más la reducción?

- Hemos hecho una restricción generalizada en todas las áreas del 30% al 50%. Esas cifras no serán las definitivas para este año, ya que con la liquidación del presupuesto de 2009 podemos incrementar algunas áreas. En cualquier caso, no reduciremos ni los espacios de encuentros, ni las fiestas, sino que utilizaremos la imaginación para suplir la falta de recursos.

- ¿Cómo queda Servicios Sociales?

- Los Servicios Sociales e inversiones y las obras plurianuales no se van a tocar. Incluso hay un aumento en gastos sociales para atender a las personas que más sufren la crisis. Así se incrementan en un 169% las ayudas benéficas; un 19% la intervención familiar y un 28% la ayuda a domicilio. Además, un 8% del Plan E irá a atención social. Queremos ser responsables también con las reducciones porque hay familias que dependen de las actividades y no queremos propiciar más desempleo.

- ¿Se ha incrementado mucho el paro en Agüimes?

- Estamos todavía por debajo de la media del paro de Canarias, en seis o siete puntos. Pero es preocupante que aquí haya más de 3.800 personas en paro. Estamos sobre el 18% cuando en Canarias está sobre el 26%.

- ¿Qué hace el Ayuntamiento para paliar el paro?

- Primero, demandar a las instituciones que son competentes que se impliquen verdaderamente. Es una vergüenza que muchas comunidades autónomas tengan planes expresos para el fomento del empleo y que aquí, donde hay un mandato de la Fecam para que el Gobierno canario acometa un plan especial para la creación de empleo, eso todavía no ha sucedido. Segundo, hemos puesto en marcha muchas iniciativas, como la bolsa de empleo y el aumento del número de rastreadores pateando las industrias y comercios buscando empleo para los parados. Hemos firmado convenios con industrias del polígono a las que se les deduce impuestos si emplean mano de obra del municipio. Hemos creado escuelas taller y casas de oficio. También tenemos rastreadores de empleo en la Mancomunidad. Creamos un fondo de casi 600.000 euros para hacer pequeñas obras que apenas lleven gastos de material y sí ocupación de personal. Estas iniciativas pretenden atender a ese 30% que se ha quedado desatendido y que su única ayuda económica es de Servicios Sociales.

- ¿El Gobierno central se ha implicado con los municipios?

- El Estado ha puesto en marcha el Plan E, consciente de que los ciudadanos a quienes primero acuden es a los ayuntamientos. Pero, el Gobierno central ha decepcionado al municipalismo al aplazar para 2011 la negociación para la financiación local. Se han hecho todas las transferencias, pero se ha parado la de los municipios. Los ayuntamientos han tenido que recurrir al urbanismo y al suelo para financiarse y, por lo tanto, han propiciado también corruptelas y déficit democráticos en la gestión del suelo. Las administraciones no pueden hacer oídos sordos a los municipios.

- ¿Y el Cabildo colabora?

- Lo que está haciendo el Cabildo también es censurable. Un Plan de Cooperación histórico, de 1996, que ha supuesto inversión en equipamientos públicos, ahora se pretende frenar en seco, cuando existía un compromiso para cuatro años. Eso hace un daño tremendo a los municipios. Hay una falta de reflexión en la administración pública y en los partidos sobre el municipalismo y de los déficit que se pueden producir cara a los ciudadanos si las otras administraciones abandonan a los municipios. Quien pasa hambre o necesita pagar un alquiler o una hipoteca no va al presidente del Gobierno, ni al del Cabildo, sino a un edil local.

- ¿El hecho de que Agüimes esté mancomunado con Santa Lucía e Ingenio ayuda a afrontar mejor la crisis?

- Mancomunar los servicios para abaratar los costes nos permite tener fondos para acudir a otras necesidades sociales urgentes. La Mancomunidad ayuda a acercarnos a otras instituciones con una autoridad mayor, pues representamos a más de 120.000 habitantes. Es un colchón que nos permite hacer proyectos para atender a sectores que desgraciadamente otras administraciones han abandonado, como los enfermos de Alzheimer, de cáncer y salud mental.

- ¿La Corporación también ha tenido algún ajuste?

- Sí. Hemos intentado no incrementar los gastos ordinarios, ni de personal para evitar despedir a trabajadores. Nuestra intención es mantener el nivel de ocupación y presencia del personal laboral del Ayuntamiento. Los concejales liberados se han congelado sus salarios y sólo tenemos dos cargos de confianza, cuando antes teníamos tres y medio. Ahora y antes de la crisis, nuestros salarios están muy por debajo de la media. Esa es otra de las irresponsabilidades que se han cometido a veces en las administraciones públicas.

- ¿A qué se refiere?

- A ceder a las presiones sindicales, que, a veces, han provocado grandes diferencias entre trabajadores públicos y el común de los ciudadanos. No sólo en salarios, sino en otras cuestiones que también son valorables en euros. Una gestión responsable anteriormente nos permite tener un colchón para hacer frente a la situación.

- ¿La buena gestión les ha ayudado a afrontar mejor la crisis que otros ayuntamientos?

- No soy quién para juzgar, porque cada municipio tiene sus circunstancias. Es verdad que a veces se han dejado llevar por la bonanza económica y que algunas administraciones han hecho mal las cosas y lo sufren ahora. Pero, no es aceptable la inclinación a la generalización perversa de que todo se ha hecho mal, que todo lo público es malo y que en la iniciativa privada está la salvación. Y eso no es verdad.

- ¿Cómo valora la abstención del PP al presupuesto?

- Es un gesto de colaboración a la hora de hacer frente a la situación. Los presupuestos de Agüimes son reales y están ajustados. No hay ningún indicio, ni partidas que hablen de irresponsabilidad ni de derroche. Por eso, es bueno colaborar.