Plaza de Rafael Neville, Conde de Berlanga del Duero. Este es el nombre de la zona de entrada al Puerto de Mogán, que ayer fue bautizada por el alcalde de este municipio, Francisco González, como tributo a la aportación de este artista y urbanista al Puerto de Mogán. Rafael Neville ya había diseñado Puerto Rafaelo, en Cerdeña, cuando llegó a Mogán en 1975, y por ello, cuando se enteró en 1980 de que unos promotores estaban pensando en cómo crear un núcleo turístico en lo que ahora es Puerto Mogán presentó sus dibujos al presidente de la sociedad promotora, Santiago Ara.

Este empresario, que ayer asistió al homenaje póstumo al artista, dijo que se quedó "asombrado" porque el proyecto parecía la obra de un niño pequeño, sin perspectiva, casi en un estilo naif, pero precisó que le llamó la atención el colorido y como integraba en el proyecto los apartamentos, y por ello, le convenció. Casi un año tardaron Neville, Ara y el ingeniero de caminos Agustín Roso, en trasladar al papel la realidad de este Puerto que se concluyó en 1988. Con todo, Ara insistió en que Neville fue el "alma del proyecto" y que todo el atractivo de este enclave se le debe al citado urbanista.

María Neville, sobrina del artista, algo emocionada al recordar a su tío, comentó que ella vino a Mogán en 1985 por Rafael y se quedó tan encantada que se quedó hasta 2003, y tras un tiempo fuera ha vuelto a instalarse en este municipio. La sobrina del artista, que se encargó de ayudar en las labores burocráticas, destacó que nunca le agradecerá a su tío el haberle hecho conocer este municipio del Sur de Gran Canaria.

Paolo Riccardi, abogado y amigo de Neville, quiso estar con su esposa en el acto. Riccardi es otro italiano que llegó a Mogán por invitación del artista. Confesó que al ver que el municipio tiene "el mejor clima del mundo" vendió un chalet de lujo en Florida para vivir en Puerto de Mogán ocho meses del año y los otros en Cerdeña.