María Antonia Torres González, ex concejala de Obras Públicas, Contratación y Vivienda en el Ayuntamiento de Telde por el Partido Popular y principal acusada en la trama de corrupción conocida como el 'caso Faycán', falleció ayer al caer al vacío desde su vivienda, un sexto piso en el número 25 de la calle Galicia esquina con Mesa y López de Las Palmas de Gran Canaria. La ex edil, que además fue diputada en el Parlamento de Canaria y consejera del Cabildo de Gran Canaria, arrastraba una depresión desde hace tiempo y había intentado acabar con su vida en 2008.

El suceso se produjo pasadas las seis y media de la tarde, una hora en la que hay gran afluencia de coches y de ciudadanos por esta zona comercial. Algunos de los testigos que presenciaron el incidente pensaron que se trataba de un atropello porque escucharon un chillido poco antes de ver el cuerpo de una persona tendido en el suelo de la calle.

El cuerpo de Toñi Torres quedó tendido sobre la acera frente a una tienda de ropa de cama, justo al lado del portal de su casa. Llevaba puesto un pijama de color azul con dibujos e iba sin zapatillas, según los testigos. Una mujer de mediana edad que no quiso facilitar su nombre contó que en esos momentos se encontraba hablando con un amigo en la acera contraria a la que se precipitó Toñi Torres cuando oyó un chillido. "Estaba en la misma esquina de la óptica. Pensé que había sido un atropello porque pasaban muchos coches. La gente se arremolinó y cuando me acerqué vi que era una mujer rubia con una pijama", dijo.

La mujer añadió que cuando cayó no respiraba y que nadie la tocó. "Alguien dijo, ¡que no la toquen, que no la toquen!".

Noelia, una joven que iba a un funeral con su madre a la iglesia del Cristo, explicó que la policía no tardó absolutamente nada en llegar y que cortaron el tráfico dejándolo sólo en un carril. "La mujer tenía una toalla que le tapaba medio cuerpo pero no se le veía sangre", añadió.

Al lugar del suceso, se presentaron varias patrullas de la Policía Local y Nacional además de dos ambulancias, que nada pudieron hacer por salvar la vida de María Antonia Torres.

Los agentes invitaron a las dos tiendas frente a las que se precipitó la principal encausada en el 'caso Faycán' -un establecimiento de ropa y una de productos de belleza natural- a que cerraran. La policía hizo entonces una muralla con los coches oficiales para evitar la mirada de los cientos de curiosos arremolinados en la acera de enfrente mientras acordonaban la vía con la esquina de Mesa y López y la de Néstor de la Torre.

Sólo media hora después de producirse el incidente, vecinos y curiosos ya especulaban sobre la posibilidad de que la víctima fuera Toñi Torres. Pasadas las siete una joven con un pantalón vaquero, camiseta blanca y con el pelo rubio recogido en una coleta llegó al lugar de los hechos acompañada de otra persona. La policía no le dejó acercarse al cuerpo y la acompañó al interior del edificio. Algunas personas afirmaban que se trataba de su hija.

Algunos vecinos de las viviendas colindantes seguían el incidente desde las ventanas mientras muchos curiosos atendían al trabajo policial detrás del cordón que se había instalado.

A las ocho de la tarde, el cuerpo sin vida de Toñi Torres era introducido por los empleados de la funeraria Fucasa en un furgón. Sobre el bordillo de la acera apenas una imperceptible mancha de sangre.