Juan Grande espera progresar con la nueva cárcel

Los vecinos de Juan Grande aseguran que la única ventaja de la nueva cárcel es que les va a dar más seguridad porque habrá más vigilancia. Quizá esa sea la única coincidencia de la docena de personas mayores y jóvenes que expresaron su opinión del Centro Penitenciario Canarias II, ya que los puestos de trabajo hasta ahora han sido para personas de fuera de San Bartolomé e incluso de Gran Canaria. Sin embargo, varios vecinos esperan que se potencie la pequeña economía local con la presencia de los funcionarios y familiares de los más de mil reclusos que tendrá la prisión.

"La cárcel nos parece bien y ya casi está terminada. En Juan Grande hay cosas que nos molestan más como el vertedero insular", así se manifestaron en los pasados días Domingo Lozano, Víctor Santana, Inma Suárez, Alberto Artiles, Guedes y José González Ramírez. "Lo único que lamento es que hagan la cárcel en unas tierras que fueron muy fértiles, en vez de hacerlas en una zona más al interior", comentó Alberto Artiles.

"Vecinos de Castillo del Romeral se han quejado muchas veces de que no les hemos apoyado en su lucha contra la construcción de la cárcel, pero tampoco ellos nos han respaldado cuando hemos protestado contra el vertedero y la incineradora", aseguraron Víctor Santana e Inma Suárez.

Varias personas mayores de Juan Grande se muestran más proclives del nuevo centro penitenciario, que los jóvenes que se mostraron más críticos. Para Domingo Lozano todo está bien y a mí no me preocupa la inseguridad que pueden provocar los presos, porque habrá mucha vigilancia". Por su parte, Guedes lamenta que la cárcel disponga de panadería, lavandería y concursos para cocina, ya que tales servicios se podrían instalar fuera y dar más trabajo a los canarios. Alberto Artiles criticó que "pocos puestos de trabajo hayan sido ocupados por canarios, ya que la mayoría han venido de fuera".

En cambio, los jóvenes, que coinciden con los mayores en que habrá más seguridad en la zona por la cárcel, se muestran más recelosos. Yenedey Sánchez y Rubén Ascanio indicaron que "la cárcel y su vigilancia nos dará tranquilidad a Juan Grande". Sin embargo, Ascanio teme que "pueda haber también inseguridad si algunos presos se escapan o intenten hacer algo cuando salgan de permiso. Ojalá que no sea así". Además, Nino Santana y Loly Sarmiento apuntaron que le hubiera gustado que se diera más trabajo a los vecinos, ya que un buen número de ellos están en paro.

Por otro lado, el albañil Emeterio Pascual, vecino de Matorral, fue muy crítico con la falta de seguridad laboral que existe en la construcción de la cárcel. "Por falta de seguridad yo me caí de un andamio", señaló.