La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) tiene previsto decretar este fin de semana nuevas alertas como consecuencia de la llegada de un nuevo frente nuboso que estará caracterizado por rachas de viento que en las cumbres de las islas occidentales podrían alcanzar entre 70 y 90 kilómetros por hora.

El jefe del grupo de Predicción de este organismo en las islas, Jesús Agüera, explicó ayer que la borrasca que se encuentra al noroeste de las islas seguirá un desplazamiento paulatino que le hará llegar al archipiélago "en la noche del viernes al sábado. Parece ser que va a ser menos virulenta de lo que teníamos previsto en principio, pero aun así es muy probable que mañana [hoy para el lector] lancemos ya los oportunos avisos de alerta amarilla y naranja, esta última sólo para las zonas de cumbres".

El meteorólogo señaló ayer que los avisos se producirán por el viento en sí "y no por la lluvia", ya que no se espera que ésta sea de gran intensidad. "La borrasca pasará rápido, nos barrerá de oeste a este, y dejará precipitaciones durante todo el día del sábado. El domingo por la tarde podría comenzar a perder fuerza", abundó.

Otro aspecto que la diferenciará de la que recientemente ha afectado a la comunidad canaria será la ausencia de aparato eléctrico. A diferencia de la madrugada del martes, la borrasca que llega procedente de las Azores no está alimentada por grandes corrientes de aire cálido del sur, lo que supondrá una situación menos impactante para la población.

En cuanto a la previsión para hoy y mañana, Agüera especificó que la entrada progresiva de los vientos alisios hará que bajen las temperaturas de forma progresiva en la zona de cumbres. "Serán días tranquilos", vino a concretar el meteorólogo.

Es un respiro. Las islas de la provincia occidental, Gran Canaria y Fuerteventura tratan de reponerse progresivamente del azote sufrido entre el domingo y el martes. En el caso de la isla redonda, la nota más llamativa sigue siendo el cierre cautelar de la playa teldense de Hoya del Pozo, que fue clausurada al baño de manera preventiva este martes.

El concejal de Playas y Medio Ambiente de Telde, David Halaby, recalcó ayer que "todo hace indicar que no ha sufrido contaminación alguna a pesar de la cercanía de la estación depuradora. En cuanto tengamos los análisis tomaremos una decisión", abundó.

En las localidades del norte, centro y sur de Gran Canaria, continuaban ayer las labores de reparación de las infraestructuras dañadas. La única carretera que a las 19.00 horas de anoche seguía cortada era la GC-210, en el tramo comprendido entre el Cruce de Acusa y La Aldea.

Además de la fuerza de las rachas de viento registradas, el agua también se presentó en la cornisa norte con copiosas precipitaciones. Los datos aportados por algunas de las estaciones de las que dispone el Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria ofrecieron guarismos de consideración, con un buen 'palo' concentrado en el cuadrante que conforman Artenara, Valleseco, la costa de Arucas y la de Agaete.

En el centro del mismo, el pluviómetro de la Heredad de Aguas de Moya recibió 41 litros por metro cuadrado entre las ocho de la mañana del 30 de noviembre y las ocho de la mañana del miércoles. Y en la zona sur y sureste de Gran Canaria fue donde se recopiló la mayor cantidad de litros: 50 exactos en el barranco Las Palmas, en San Bartolomé.