La pequeña Shi Ya decidió adelantar su llegada al mundo y eligió para nacer el restaurante chino Dragón, que sus abuelos regentan en Vecindario. La joven madre, que ya tiene otro niño de un año, no esperaba dar a luz hasta el ocho de enero, y estaba tan tranquila el pasado martes por la noche en el restaurante cuando le sorprendió el parto. Justo en ese momento, se encontraban cenando en el local Rosario, con su hijo y su pareja. Esta habitual clienta, que dirige en Vecindario una cafetería, contaba ayer cómo sin dudarlo se convirtió en matrona.

"Rompió aguas en la escalera y no tenía tiempo de ir hasta la casa que tienen al lado, así que la tumbamos en el suelo, le bajamos el pantalón y ya salía la cabecita de la niña. Fue todo muy rápido, en unos minutos ya había nacido la pequeña", explicaba ayer Rosario, al tiempo que reflexionaba que "menos mal que no se produjo ninguna complicación porque de ser así se sentiría responsable". Momentos después llegó al restaurante el personal sanitario del Servicio Canario de Salud que cortó el cordón umbilical y trasladó en ambulancia a la madre y la hija al Hospital Materno Infantil. Allí, Biyu miraba ayer con felicidad a su pequeña Shi Ya.