- Todos los colectivos profesionales están sufriendo los efectos de la crisis. ¿En qué situación se encuentran las empresas canarias de ingeniería?

- Están muy preocupadas con una situación que se va alargando. En un inicio, esta crisis no nos afectó completamente, pues aunque hubo una disminución de la actividad en el sector privado, el sector público mantuvo sus inversiones, incluso las aumentó puntualmente con los planes E. En el momento actual se observa una recuperación muy leve del sector privado que en modo alguno puede llegar a suponer el motor de las empresas de ingeniería, mientras que el sector público se ha enrocado en la disminución del déficit público, lo cual consideramos necesario, pero que, sin duda, supone un freno total a la actividad de las empresas de ingeniería.

- ¿A qué se debe esa falta de actividad?

- A varios factores. En primer lugar, la prácticamente inexistente demanda de servicios de ingeniería por parte del sector privado. En segundo lugar, la drástica disminución presupuestaria en Asistencias Técnicas por parte de las administraciones. Este segundo aspecto se debe a la disminución de recursos motivada por la crisis y a la existencia de un elevado número de ingenieros y arquitectos dentro de la administración, a los que se suman los técnicos que desarrollan su labor en las empresas públicas que inicialmente fueron creadas para gestionar contratos, no para producir directamente. A este estado hay que sumar la presencia en Canarias de varias empresas de ingeniería de ámbito nacional, que instalan sus delegaciones aquí al abrigo de algún contrato público y, una vez posicionadas, optan a los contratos menores haciendo la competencia directa a las empresas canarias con unas estructuras de funcionamiento ya pagadas, por lo que concurren a los concursos públicos con unas ofertas económicas inalcanzables para los de aquí.

- ¿Qué medidas deben tomar las administraciones o las propias empresas de ingeniería para remontar la crisis?

- En crisis anteriores, si bien no fueron tan profundas y prolongadas como ésta, las empresas canarias de ingeniería lo pasaron mal. En los años 1993-1994 las empresas tuvieron que ajustarse a aquella situación, que luego fue superada. La profundidad de la crisis actual y la incertidumbre en su evolución no permite soluciones fáciles. Existe un pesimismo latente basado en la idea de que no volveremos a tener una demanda de servicios de ingeniería como la que ha habido en épocas anteriores. No obstante, por el tamaño de las empresas isleñas y los elevados costes de introducción en los mercados exteriores, el resultado de la internacionalización de las empresas de ingeniería canarias aún es incierto. Lo cierto es que Canarias cuenta con un capital humano de excepción, que ha intervenido directamente en el desarrollo de nuestra Comunidad durante los últimos 30 años y que, en buena medida, se concentra en las empresas de ingeniería y consultoría que ha habido en este tiempo. Las empresas de ingeniería y consultoría son, además, receptoras iniciales de profesionales recién salidos de la Universidad, incluso de estudiantes en prácticas, a través de los convenios existentes con las distintas universidades. Entendemos que el Gobierno de Canarias y resto de administraciones deben aprovechar este conocimiento acumulado y localizado y tratar de evitar que se diluya o desaparezca. Para que este potencial no desaparezca las administraciones deben crear las condiciones que permitan su supervivencia aumentando los recursos destinados a consultoría e ingeniería (inversión inferior al 5% de la correspondiente a la destinada a la ejecución de infraestructuras) a realizar por el sector privado, disminuyendo su actividad productiva y ejerciendo el trabajo de administrar los recursos y velar por la calidad de los trabajos.

- La implantación del tren en Gran Canaria y Tenerife necesitará ingenieros y arquitectos isleños. ¿Es la salvación?

- Sin lugar a dudas, inversiones como la ferroviaria tanto en Tenerife como en Gran Canaria ayudan a paliar el déficit de trabajo que tienen las empresas canarias de ingeniería. El modo en que se ha realizado la licitación, donde tanto en Tenerife como en Gran Canaria se ha tramificado un proyecto conjunto para permitir la entrada a más equipos de trabajo, ha desembocado en la distribución de los proyectos entre las ingenierías locales que participan, en Unión Temporal de Empresas, con ingenieras nacionales e internacionales. Hay que tener en cuenta que, así como en otro tipo de proyectos (carreteras, aguas, puertos) la experiencia acumulada es alta, es la primera vez en la era reciente que se va a proyectar una infraestructura ferroviaria en Canarias (descontando el tranvía de Santa Cruz de Tenerife) por lo que parece adecuado que al conocimiento local se una el conocimiento tecnológico aportado por los socios de las empresas canarias. No obstante, no podemos decir que es la salvación del sector. El sector de empresas canarias de ingeniería y consultoras se encuentra muy desarrollado. De hecho uno de los retos que tiene Ainco a corto plazo es tratar de incorporar a la asociación a aquellas empresas creadas en los últimos años y que, aún hoy, no forman parte. Hay que tener en cuenta que estos proyectos del tren salen de las administraciones insulares (Cabildo de Tenerife y Gran Canaria), en particular del departamento de Obras Públicas. Hay otros departamentos en los Cabildos (Industria, Política Territorial, Turismo) y el Gobierno de la Comunidad Autónoma que debe apostar por el mantenimiento y consolidación de las empresas de ingeniería y consultoras de Canarias.

- Desde el punto de vista de la ingeniería, ¿cuáles son los principales retos y dificultades del tren de Gran Canaria?

- Esta es la mayor obra que se va a proyectar en Gran Canaria de una sola vez. El hecho de tramificar la redacción de los proyectos aligera la presión sobre los equipos redactores y aumenta las necesidades de coordinación. Ya hemos indicado antes la amplia experiencia acumulada en obras lineales por las empresas canarias, con un sinfín de estructuras singulares y túneles. La participación en un proyecto de infraestructura ferroviaria nos enseñará las particularidades de este tipo de obras lineales con unos criterios de diseño mucho más rígidos que en carreteras. España está exportando ingeniería ferroviaria. De esta forma las empresas canarias abrimos un nuevo segmento. Costará mucho competir con las que ya llevan años, pero es un inicio.