Antonio Ortega, el dueño del local, hizo 103 carnés de socio en el primer fin de semana de apertura "y sin darle excesiva publicidad".

El tabaco tiene tal cantidad de adeptos incondicionales en las islas que la idea no podría resultar otra cosa más que un éxito. La sala de fiestas Drago 2, ubicada en la calle Cruz de Ayala del barrio de San Gregorio, acoge desde el pasado 18 de febrero a la primera sede del club de fumadores de la isla lanzado por la patronal del ocio, la Fecao.

El espacio en concreto es un pequeño recoveco de unos 48 metros cuadrados que ha sido aislado con unas mamparas y unas puertas basculantes del resto del local y dotado de los preceptivos equipos de aire acondicionado y extracción de humos. Allí pueden reunirse "a fumar sin problemas" todas aquellas personas que se hagan socias del club y se identifiquen con el carné que se les entregue.

La estancia también dispone de siete mesas circulares y cuatro pequeños mostradores "para que los clientes puedan tomar una copa. Eso sí, tienen que salir a pedirla y a recogerla de la barra porque el camarero, tal como marca la ley, debe de estar aislado de ellos", recalca Ortega.

El propietario del negocio, que con la entrada en vigor de la ley había notado un pequeño descenso en las ventas, recuerda que fue el presidente de la patronal, Antonio Vélez, el que estuvo "durante un tiempo dándole vueltas al asunto para ver de qué manera se podía conseguir que se pudiese fumar en locales cerrados sin quebrantar ni la ley ni los derechos de los no fumadores. Él es abogado y encontró un detalle: que sí se puede consumir tabaco en peñas deportivas, clubes de fumadores y hasta en geriátricos, lo cual no deja de ser curioso. Así que se le ocurrió montar un club con distintas sedes. La de Telde, que como todas las demás tiene que estar segregada del resto de las dependencias, es la primera que se abre en las islas".

El perfil de los socios del club es el de hombres mayores de 35 años y la mayoría proceden del Valle de Jinámar, Vecindario y Arinaga, "y es que nos vienen incluso de zonas recónditas de la isla en busca de un lugar cubierto donde poder fumar sin problemas". Todos, eso sí, tienen la obligación de llevar encima la credencial para no tener problemas a la hora de acceder a esta zona vip de Ocio con Humo, como se la ha bautizado.

Por lo pronto, Ortega se muestra satisfecho con los primeros resultados. "Nos han llamado muchísimos medios a nivel nacional y lo que sí está claro es que somos los conejillos de Indias de este experimento. Al prohibirse el consumo de tabaco en locales como el nuestro se había registrado un descenso en las ventas y esto puede ayudar a mantener empleos", resume.

En la Fecao apuntan, por su parte, que en un recinto de ocio de la ciudad tinerfeña de La Laguna será donde se habilite la segunda sede del club de fumadores. Y luego le seguirían todo un conjunto de bingos. "Creemos que en toda la Comunidad Autónoma de Canarias hay censados 42 bingos y al menos 34 de ellos se van a convertir, en un plazo de tiempo no muy largo, en sedes del club de fumadores", reseñó días atrás a preguntas de este periódico el reseñado presidente de la Federación Canaria del Ocio (Fecao), Antonio Vélez.