Se cumple este año la sesenta edición de la ya tradicional romería-ofrenda del Pino, en Teror, iniciada aquel septiembre de 1952 por lo que ahora, también, festejamos los cincuenta y nueve años de su inicio gracias a la iniciativa de Néstor Álamo que con la entusiasta colaboración del que era entonces párroco de la basílica Antonio Socorro Lantigua se hizo realidad por el no menos entusiasmo con que recibieron la iniciativa el entonces obispo Antonio Pildáin, el presidente del Cabildo insular de Gran Canaria Matías Vega Guerra y el que era alcalde de la villa José Hernández. La idea nació por la necesidad percibida por Néstor de potenciar y engrandecer la que era entonces, y ahora mucho más, la fiesta religiosa mayor de Gran Canaria en honor de su patrona a la que le faltaba algún ingrediente que propiciara una mayor participación y esplendor. Las curiosidades de aquel acontecimiento se podrán explicar de distinta manera con mayor o menor abundancia de datos pero en el fondo ocurrió lo que ocurrió y aquí simplemente rememoramos algunas, aprovechando la efeméride y las fiestas patronales de la isla.

El proyecto nació con indudable humildad y acaso ignoraran sus promotores que con el paso del tiempo -y con el transcurrir de estos cincuenta y nueve años- la romería se convertiría en uno de los actos más multitudinarios de las fiestas del Pino con la participación, creemos que desde un principio, de los municipios grancanarios que desde entonces sorprenden cada año con carrozas o carretas cargadas con productos de la tierra que ofrecen a la Virgen y que luego son distribuidos entre centros asistenciales o benéficos. Las crónicas de la época y los datos conservados en el archivo del ayuntamiento de la Villa desvelan detalles y curiosidades referidas a aquella primera romería que tuvo lugar aquel 7 de septiembre de 1952 acordándose por la corporación que la primera carroza en desfilar fuera la del pueblo anfitrión cuya representación recayó en uno de sus barrios, El Palmar, tradicionalmente vinculado a la manifestación folclórica musical pues allí existían conocidas parrandas y rondallas algunos de cuyos integrantes, se recoge en las notas municipales, eran personajes populares como Benito Rodríguez, Santiago Rodríguez y Sergio Sánchez con un cuerpo de baile integrado por jóvenes parejas dirigido por a quien todos conocían como maestro Narciso Rodríguez.

Fue 1952 el año, se recogen en los datos conservados, en el que también Néstor Álamo aprovechando el inicio de la romería estrenó su canción Telarito interpretada por Mary Sánchez en un acto organizado dos días antes con el título de Festival de Arte a modo de pórtico de las fiestas en el que intervino el que era entonces párroco de Escaleritas y excelente orador sagrado José Rodríguez y Rodríguez, el mismo que había pregonado aquellas fiestas en 1950, y en el que intervinieron el violinista Gil Parrado, el pianista Pedro Espinosa y la soprano Maruja Pérez Zerpa. Y fue igualmente el año en que destacó la actuación de un grupo de jóvenes terorenses seleccionados por el propio Néstor que tuvo como novedad el estrenó de la canción del mismo autor que con el paso del tiempo se convertiría en algo así como el himno de la Villa, el Ay Teror, qué lindo eres interpretado a dúo por Carmina Estévez Quintana y José Luis Vallejo Cabrera.