El Ayuntamiento de Gáldar es el primero que reconoce abiertamente sus dificultades para pagar las nóminas a fin de mes y ayer anunció un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afecta a 158 trabajadores municipales para ahorrar 2,57 millones de euros. La propuesta al Ministerio de Trabajo contempla la extinción del contrato a 54 personas y la suspensión temporal a otras 84, de forma que dos grupos de 42 empleados se alternen cada seis meses en el trabajo.

El alcalde, Teodoro Sosa, y la primera teniente de alcalde, Encarnación Ruiz, declararon que toman esta medida con "gran dolor", pero aseguraron que es la única salida que le queda al Consistorio para poder pagar los sueldos de los demás funcionarios y garantizar los servicios básicos a los ciudadanos.

Tras entregar una copia del expediente a los representantes de comité de empresa del Ayuntamiento, de la guardería municipal y de la residencia de ancianos, Sosa y Ruiz explicaron la alarmante reducción de ingresos y las dificultades para pagar las facturas desde que se inició la crisis económica. En 2008, los ingresos fueron de 32,7 millones de euros y los gastos de 33,8 millones, por lo que se generó un déficit de 1,05 millones.

La situación se agravó en 2009, pues los ingresos bajaron a 26,6 millones y los gastos sólo se redujeron a 30,1 millones, por lo que el balance volvió a presentar números rojos por una cuantía de 3,4 millones. El cierre del ejercicio de 2010 esa cifra fue de 5.1 millones, pues los ingresos cayeron a 23, 8 millones y las obligaciones de pago fueron de 28,9 millones.

"Esa es la realidad de este Ayuntamiento, en tres años hemos pasado a tener nueve millones menos de ingresos, que son 1.500 millones de las antiguas pesetas; nos hemos apretado el cinturón y hemos ahorrado, pero ingresamos cinco millones menos de lo que gastamos", señaló el alcalde galdense, quien apuntó que si esas cifras se extrapolan a una empresa privada o a una familias "serían imposibles de mantener".

Solvencia

Sosa consideró que "nadie puede dar lecciones a Gáldar" a la hora de tomar medidas de ahorro, pues ya rebajó los sueldos en 2009 y ahora presenta un ERE. "Está en juego la solvencia de los ayuntamientos y nadie puede permitirse seguir mirando para otro lado, hay que tomar medidas", comentó.

En la extinción de 54 contratos, de los que 17 corresponden a prejubilaciones a personas entre 60 y 63 años, el Ayuntamiento ahorrará 1,46 millones de euros al año, mientras que la suspensión temporal por periodos de seis meses durante los dos próximos años supone una reducción de 1,1 millones.

Sosa anunció que esta disminución del personal no será la única medida para recortar gastos. Al respecto, aseguró que se han eliminado cargos de confianza para ahorrar 300.000 euros y se estudian recortes en limpieza y una negociación con la empresa Valora para ceder a cinco personas al servicio de recaudación del Cabildo.