Willy Monroe tiene 43 años y una imaginación y habilidad tal con las manos y su cabeza que de un trozo estirado de goma puede sacar, en cuestión de un par de minutos, a un señor mono trepando por una palmera en busca de un coco. Este mago e ilusionista madrileño, alegría en las fiestas de cualquier sarao que se precie, ha sido también tres veces campeón mundial de globoflexia, un arte en el que no hay cosa que se le resista.

"Si tú puedes explicarme lo que es, yo puedo hacerlo", aseguraba ayer mientras en una esquina del parque de Lulú se atrevía a dar forma a dos palomas sobre la silueta de un dulce corazón. Monroe, que dejó la Universidad para vivir de su auténtica vocación, trae esta tarde (18.00 horas) hasta el parque de La Barranquera de Telde su espectáculo gratuito Globsesion en el que no sólo habrá soplidos, sino magia de la buena. Todo dentro del festival Tres Días de Farándula y del quinto festival internacional de payasos.