La situación de una de las cinco personas que continúan heridas a raíz del accidente sufrido el miércoles 28 de septiembre en la Suelta del Perro Maldito de Valsequillo ha empeorado en las últimas horas. La joven Lucía Díaz Bravo, trasladada hasta el Hospital Universitario La Paz de Madrid el pasado miércoles, seguía ayer en estado "muy grave" en la Unidad de Quemados de este complejo sanitario, según el parte médico del centro.

La evacuación de la paciente, que ronda los 18 años de edad y se encontraba ingresada en el Hospital Insular de Las Palmas de Gran Canaria, se produjo el mismo día en el que se conoció el triste fallecimiento de María Dolores Cano, la vecina del Valle de Jinámar que el próximo 28 de diciembre iba a cumplir 51 años y era madre de dos hijos.

Lucía, que fue trasladada en helicóptero medicalizado desde un aeródromo de la capital de España, "sufre quemaduras profundas en el 80 por ciento de la superficie corporal. Permanece sedada y con ventilación mecánica", según dice textualmente el sucinto parte médico de ayer.

Por otro lado, Néstor Rodríguez, el actor al que se le prendió fuego su traje, se mantiene en la Unidad de Quemados del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. El joven "continúa en estado grave y asistido con ventilación mecánica", reseñaron fuentes de ese centro.

Su tío Carmelo Ramírez, que también resultó herido en una pierna, las manos y parte de la barbilla en la noche de la Suelta del Perro Maldito, expresó sin embargo que su sobrino "evoluciona favorablemente, pero de forma muy lenta".

Ramírez sufrió quemaduras de diversa consideración la noche de San Miguel, lo que no le impidió que tratase de extinguir la gran bola de fuego en la que se convirtió el vestuario del actor de la Suelta. Las secuelas que le han dejado las llamas le obligan a acudir a diario al centro de salud de Valsequillo para practicarse las preceptivas curas.

Junto a Néstor y Lucía, otras tres personas continúan ingresadas en distintos complejos hospitalarios de Gran Canaria. En el Insular está Graciela Martín, de 31 años, quien se recupera de forma progresiva. Y en el Dr. Negrín hay otras dos personas de las que tan sólo se ha informado que están fuera de peligro.