Poco antes de las nueve de la mañana el centro de Cruce de Arinaga paró ayer su rutina. Llegaba el momento de ponerse manos a la obra y comenzar a montar las instalaciones de la VIII Feria del Sureste. Por delante quedaba una gran jornada de trabajo. Alrededor de 200 operarios municipales tomaron la avenida de Ansite para alzar sobre sus cabezas las 150 casetas que, desde hoy y hasta el domingo, acogerán a cerca de 100.000 visitantes.

Con el paso de las horas, y bajo el cielo despejado, la céntrica avenida se fue tiñendo del llamativo color de las carpas. Naranjas, verdes, multicolores... cada una de ellas representa a los artesanos y agricultores de Agüimes, Ingenio y Santa Lucía, los tres municipios organizadores del evento. Las zonas contiguas a la arteria principal de Cruce de Arinaga también se metamorfosearon. Entre ellas, la plaza 1º de Mayo, escenario principal para la inauguración de esta nueva edición de la feria que tendrá lugar hoy a partir de las 11.00 horas.

Sin apenas descanso, y con una organización perfectamente planificada, los operarios fueron dando forma al inicial caos. Las estructuras metálicas levantadas fueron tomando forma de acogedor puesto. En total, el recorrido de la feria realiza un trayecto de un kilómetro y medio por la zona. Junto a los montadores, los técnicos electricistas se aseguraron de que cada puesto estuviese provisto de luz para que, al caer la noche, la actividad comercial no cese.

Alfarería, cestería, bisutería artesanal... son algunos de los productos que durante estos tres días los 140 participantes de la feria ofrecerán al público asistente. Entre ellos se encuentran también diversos agricultores y ganaderos de la Macomunidad Sureste que con sus frutas, hortalizas y quesos harán las delicias de muchos curiosos.

Al caer la noche, los puestos echarán el cierre y el entretenimiento se trasladará a la plaza 1º de Mayo con las diferentes actuaciones humorísticas y musicales previstas en el programa de actos de la feria. Un aspecto para el que los técnicos de sonidos ajustaron ayer hasta el más mínimo detalle.

Con esta ya son ocho las veces que la Mancomunidad del Sureste organiza este acontecimiento, y la tercera vez que su celebración recae en Cruce de Arinaga. El objetivo está claro: invitar al turista y al lugareño a conocer otra parte del sur de Gran Canaria que no necesariamente tenga a la playa como protagonista.