No es la primera vez. Ya saqué a una persona con vida en la punta de Sardina con la barca, y otras dos o tres veces más estando con mi padre, Luis García Betancor, que también fue un pescador profesional, como yo", explicó ayer Luis Antonio García, conocido en Sardina del Norte como Luis el de la ñoña, que añadió: "Volvería a hacerlo otra vez, me refiero a quitarme la ropa y tirarme, aunque haya un fuerte oleaje. Lo haría por quien fuera".

" Me salió del corazón hacerlo, aunque lamento muchísimo no haber podido rescatarlo con vida", manifestó.

Después de lo ocurrido el pasado día 3 de noviembre, este vecino de Sardina del Norte siente un sabor agridulce por lo sucedido, ya que "estoy contento por haberlo sacado, pero mal por cómo acabó todo". Respecto a por qué falleció, el pescador indicó: "Los nervios influyeron mucho. Me pareció que hizo señales, pero parece que no aguantó y tragó mucha agua. Se ahogó en pocos minutos".

Luis Antonio García no tuvo la ocasión de ver ayer en persona a Teresa Parnet, esposa del hombre rescatado, a pesar de que ella se acercó al muelle de la citada localidad galdense para lanzar unas flores, donde el se encontraba en esos momentos, aunque sí pudieron hablar telefónicamente.

"Me llamó la tarde de hoy [ayer para el lector] al teléfono móvil para agradecerme lo que hice, aunque no hacía falta. También le agradecí a ella que lo hiciera. Me tiré por un sentimiento de corazón", señaló García, que agregó: "Me comentó que estaban en una buena racha, tras la mala que han vivido recientemente y que ahora estaban disfrutando de una vida muy relajada".

Los restos de Manuel Barbazán Vidal fueron incinerados, al tiempo que Teresa Parnet tiene previsto, como explicó a este periódico, llevarse cuanto antes las cenizas a Galicia, para luego colocarlas junto a los restos mortales de sus suegros, como habían acordado verbalmente en una ocasión en el seno de la familia.