Las reiteradas polémicas por la escollera de Maspalomas han acelerado la búsqueda de un acuerdo para regenerar el frente costero de Maspalomas entre la Charca y el Faro. Tras años de disputas administrativas por el espacio público, los temporales de los dos últimos años han dado el golpe de gracia al Centro Comercial Oasis, que ha sobrevivido en la mejor zona turística del sur de Gran Canaria pese al deterioro de sus instalaciones y el flagrante incumplimiento de la Ley de Costas.

El frustrado intento de construir una escollera por parte del anterior gobierno municipal, precisamente por las presiones de algunos propietarios que entendían que con un muro de piedras protegían sus negocios de las olas, puso al descubierto las graves deficiencias del centro comercial. Sótanos inundados, escaleras rotas y paredes desconchadas están a la vista de los miles de turistas que pasan por allí cada día, con la imposibilidad de una rehabilitación, o de un simple lavado de cara, porque ni Costas ni el Ayuntamiento pueden conceder licencias de obra a unas instalaciones que se encuentran fuera de ordenación.

La insostenible situación del Oasis ha arrastrado a los establecimientos turísticos que se encuentran a su alrededor, como el hotel de la empresa Riu, los restaurantes de la primera línea de playa y las propias instalaciones del Ayuntamiento junto al puesto de la Cruz Roja de Maspalomas.

Complicaciones

El acuerdo entre los propietarios tiene todavía un largo recorrido, según explicaron ayer fuentes del Ayuntamiento y de Gesplan. Aparte de las diferencias entre algunos dueños, el Ayuntamiento es reticente a aumentar el coeficiente de edificabilidad del futuro hotel Riu, tal como pretende la empresa.

Su intención, según las mismas fuentes, es rehabilitar la zona del Oasis a cambio de subir en altura y conservar al menos la mitad de los jardines que le reclama el Ayuntamiento. El proyecto del nuevo centro comercial, de dos plantas, también levanta suspicacias en las administraciones públicas.