La Fiscalía mantuvo ayer las peticiones de diez años de prisión para el dueño de la empresa constructora Mazotti, Alejandro Navarro Miñón, su hija Mónica y para el jefe del servicio técnico de la Consejería de Cooperación del Cabildo de Gran Canaria, José Luis Díaz, por la trama en la que presuntamente duplicaron certificaciones de obras para recibir créditos bancarios de distintas entidades.

El representante del Ministerio Público, por otro lado, retiró la acusación de responsabilidad civil del Cabildo al entender que había actuado de la forma más diligente posible. Asimismo, levantó la acusación contra el gestor de empresas de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), Francisco Javier Torres.

La sesión de ayer fue la culminación de tres días de juicio en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas donde quedó acreditado una vez más por parte de los testigos del Cabildo de Gran Canaria la imposibilidad de que se pudieran pagar certificaciones de obra que habían sido abonadas con anterioridad. El propio interventor de la Corporación declaró que "cualquier certificación indebidamente cumplimentada tiene nula posibilidad de pagarse, todas ellas se comprueban".

En este sentido, aseguró que en las certificaciones presuntamente alteradas, donde debía encontrarse su firma y sello dando por realizada la toma de razón, se encontraban "sellos y firmas que no eran mías".

Según declaró un calígrafo de la Policía Nacional que realizó un examen comparativo de la firma de Díaz, "él fue quien firmó todos los endosos examinados", excepto uno que no podía atestiguarlo al cien por ciento por ser una fotocopia.

Por otro lado, uno de los agentes que realizó la investigación patrimonial de Díaz, afirmó que Navarro "libró pagarés por valor de 33.000 euros" a nombre del funcionario por una serie de presuntos proyectos para plantas de tratamiento de residuos en la capital de Mauritana, Nuakchot, que realizó para el propietario de Mazotti. Sin embargo, "en ningún momento se presentó el pago de una comisión de servicios" y tampoco "tenía en su pasaporte los sellos de entrada y salida", destacó.