Todos a una, como en Fuenteovejuna. Los líderes del PP, Coalición Canaria y Ciuca en Telde hicieron ayer piña en la ciudad para negar, por activa y por pasiva, que el pacto tenga sus días contados debido a los conflictos que ambas fuerzas mantienen en Moya y en el Cabildo de Gran Canaria, donde los nacionalistas han sido desalojados del poder a manos de los populares en menos de dos meses.

Tanto la alcaldesa María del Carmen Castellano (PP) como Pablo Rodríguez (CC) y Guillermo Reyes (Ciuca) coincidieron ayer por separado en reseñar que los conflictos surgidos en aquellas instituciones "no tienen por qué hacer pasar factura aquí. El tripartito en Telde", vinieron a subrayar, "está funcionando a la perfección, con lealtad mutua, y a nadie se le pasa por la cabeza un cambio de gobierno o una moción de censura".

Los posicionamientos en el municipio, sustentados también por ciertas filias y asuntos pendientes entre varios de los cabezas de lista de los seis partidos con representación en el pleno, no son tan claros en las cúpulas superiores de PP y CC.

Por si acaso, Castellano aseguró ayer que no había recibido ninguna instrucción del líder regional, José Manuel Soria, para desterrar a los dos concejales nacionalistas -Pablo Rodríguez y Migdalia Rodríguez- a la oposición, pero entre las huestes nacionalistas sí que existía cierto resquemor por lo sucedido.

La cúpula insular de CC mantuvo ayer dos reuniones al efecto. Por la mañana, según fuentes consultadas, se encerraron con sus ediles teldenses y el presidente del comité local, Antonio Hernández Lobo, para estudiar la situación. Los ediles trataron de convencer al presidente insular, Fernando Bañolas, de que el actual escenario es el mejor posible habida cuenta de que rencillas personales hacen inviable un trato con NC y Francisco Santiago. Además, Pablo Rodríguez logró aumentar su cuota de poder recientemente al ser nombrado concejal de Presidencia, cuestión que muchos entienden que no es otra cosa más que el peaje que el PP tuvo que afrontar tras el feo a CC en el Cabildo. En principio, no parece que la cosa vaya a ir a más ante un complejo escenario político en el que hacen falta 14 votos para alzar el bastón de mando.

Firgas, en paz

Otro tanto de lo mismo parece darse en Firgas, donde el bipartito PP-CC apuesta por seguir con las manos bien apretadas pese a las batallas que se libren en otros frentes. Así al menos lo atestiguaron ayer a este medio la alcaldesa Paola Hernández (PP) y el primer teniente de alcalde, Manuel Báez (CC). "Aquí no tenemos ningún problema y estamos reunidos todos como hacemos cada 15 días", apuntaba a media tarde Hernández un minuto antes de que su socio compartiese este análisis y confesase "no haber recibido ningún tipo de instrucciones". Entre otras cosas, Báez quiso zanjar cualquier tipo de especulaciones al recordar que "Fernando Bañolas ya hace tiempo que nos dio autonomía a todos los municipios con los pactos".