El Teatro de Gáldar vivió anoche un emotivo homenaje a diez maestros que han dejado su impronta en varias generaciones de galdenses, una decena de profesores, recientemente jubilados, que han marcado con su labor docente la personalidad de prácticamente todos los centros educativos de la comarca norte.

Son Elsa Herrera Gil, Luz Marina Ramírez Guerra, Juan José Hernández Sosa, Carmen Lidia Calcines Molina, Araceli Suárez Díaz, Juana Josefa Sánchez Pérez, María de los Ángeles Minerva Navarro Díaz, Antonio Rodríguez Guillén, Juan Manuel Ramos Padrón y, por último Pedro Monzón Álamo, que no asistió al encuentro de ayer.

Arropados por familiares y una nutrida representación de su propio alumnado, los maestros brindaron una última y entrañable clase de estilo, en la que la profesora Elsa Herrera Gil, como portavoz del grupo -"amar el arte de enseñar, igual que el amor ama el amar", según dejó dicho-, pedía a las instituciones "que mimen a quien sienta esta vocación, porque será el entrenador de ese gran equipo que es la futura sociedad". Herrera añadió que la docencia "ha sido parte importante en nuestras vidas, pero las estrellas que son los valores y conocimientos que hemos depositado" en los alumnos, "brillarán siempre".

Huella imborrable

El alcalde, Teodoro Sosa, remató su discurso de "gratitud", dándoles las gracias por haber sido parte de nuestra historia, de la enseñanza de tantos niños y niñas de este y otros municipios, y gracias sobre todo porque al dedicarse a esta profesión han hecho una labor profesional que ha dejado, en mayor o menor medida, una huella imborrable, en tantos alumnos y alumnas".