La familia de la teldense María Dolores Cano Gutiérrez, fallecida el 5 de octubre como consecuencia de las heridas sufridas el 28 de septiembre durante la celebración de la Suelta del Perro Maldito de Valsequillo, no ha podido recibir hasta ahora ningún tipo de ayuda económica del Ayuntamiento de Telde "porque el Gobierno de Canarias no nos está transfiriendo dinero para el pago de las PCI [Prestación Canaria de Inserción]", apuntó ayer la alcaldesa de la ciudad, María del Carmen Castellano Rodríguez (PP).

La regidor popular apuntó que este hecho es el principal motivo por el que Dácil y Davide, los dos vástagos de la víctima, no han podido recibir el apoyo monetario que la directora de gobierno de Servicios Sociales, Minerva Santana (Ciuca) prometió cuando supo que estos se habían quedado sin ningún tipo de ingresos tras el fatal accidente.

La alcaldesa también quiso recalcar que el consistorio teldense sí les ha ayudado a través de la Unidad de Trabajo Social (UTS) del Valle de Jinámar, barrio en el que residen, con la entrega de comida y la tramitación de varios documentos necesarios tras el sentido óbito de su madre.

De otro lado, los restos mortales de Lucía Díaz Bravo, la joven fallecida el jueves tras permanecer ingresada 77 días en centros hospitalarios de Gran Canaria y Madrid, llegaron ayer tarde a la localidad de Ribadesella (Asturias), de donde era natural. La chica permaneció buena parte de su convalecencia sedada y resistió un buen número de intervenciones quirúrgicas, pero finalmente no pudo superar el daño causado por las quemaduras que abrasaron un 83% de su cuerpo. Su familia ha organizado para hoy una misa funeral en la iglesia del pueblo, después será incinerada. La familia regresará a Telde después de Reyes.