De gratis total a 55.000 euros. La polémica sobre los vehículos oficiales se alimenta por el hecho de que esos mismos coches, de estreno, no costaban nada a la anterior corporación, pues se firmó un acuerdo con la empresa concesionaria Toyota Canarias por la que ésta cedía los vehículos a cambio de la promoción de los vehículos híbridos de la marca japonesa.

El coche tiene un motor de gasolina y otro eléctrico, ahorra 3.000 litros de combustible al año respecto a un automóvil de su misma gama y reduce la emisión de dióxido de carbono en 2,7 toneladas anuales. Incorpora la última tecnología en seguridad activa y pasiva, e incluso tiene un sistema inteligente para aparcar y detectar obstáculos.

Así, el anterior presidente del Cabildo, José Miguel Pérez, fue el primero en utilizar un automóvil ecológico como coche oficial. Siguieron su ejemplo el entonces vicepresidente de la corporación, Román Rodríguez, y el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Jerónimo Saavedra. El contrato entre el Cabildo y Toyota Canarias se firmó el 12 de septiembre de 2007, por cuatro años, y ninguna de las dos partes lo denunció, por lo que los coches estuvieron a disposición del parque móvil insular hasta hace tres meses. Las únicas condiciones fueron que el Cabildo pagara un seguro a todo riesgo y el mantenimiento ordinario.

Como contraprestación, el presidente José Miguel Pérez promocionaba implícitamente el uso de los coches híbridos y concienciaba a los ciudadanos de la necesidad de combatir el cambio climático con energías limpias. Además de la cesión gratuita, Toyota Canarias también colaboró con el Cabildo en el patrocinio de actuaciones medioambientales, como la recuperación de zonas afectadas por el gran incendio de 2007.

Según José Miguel Bravo de Laguna, a la empresa ya no le interesa ese acuerdo de promoción y emplazó al Cabildo a comprar los coches, a firmar un contrato de renting o a buscar vehículos de otra concesionaria. Bravo asegura que desconoce las razones de la empresa e incluso ha dicho que habría que preguntar a José Miguel Pérez qué contraprestaciones daban a cambio de la cesión gratuita.