Francisco Artiles salió ayer del Juzgado de lo Penal número 2 de Las Palmas de Gran Canaria con los brazos en alto. Acompañado por una treintena de agentes, celebraba la suspensión de la vista oral en la que se le iba a juzgar por encañonar a dos compañeros de la Policía Local de Mogán el pasado 12 de diciembre. El juicio espera a que la Audiencia Provincial resuelva un recurso sobre una pericial caligráfica no aceptada durante la instrucción.

Artiles estuvo acompañado por quince compañeros, citados por su defensa para testificar en su favor, y otros tantos que acudieron para apoyarle.

La defensa, ejercida por Agustín Santana, pidió la suspensión del juicio a la espera de que la Audiencia resuelva un recurso "que es vital para resolver el caso". El fiscal y la acusación particular se sumaron a la petición.

El abogado de Artiles explicó en sede judicial: "Existen amenazas contra mi cliente que habrían sido redactadas por uno de los policías que lo acusan, por lo que la prueba caligráfica es esencial para determinar su autoría". Eso serviría para explicar, además, que la denuncia se debe "tan sólo a una venganza". En una de ellas, afirmó ante el juez, se lee: "Ya verás lo que te tenemos preparado para lo penal".

Artiles, contento por el resultado, aseguraba que los agentes lo habían denunciado porque testificó en contra de ellos en un caso de lesiones que se les instruye en el Juzgado de Instrucción número 6 de San Bartolomé de Tirajana.

En concreto, Artiles defendió a un ciudadano senegalés llamado Sene Modou Moustapha al que, los agentes que le denuncian, presuntamente, le partieron un brazo, le fracturaron varias costillas y le causaron un hematoma en el ojo derecho. "Desde que declaré en contra de ellos empezaron a amenazarme hasta que se inventaron esta denuncia", relató ayer.

Asimismo, la defensa aseguró que el tiempo que han logrado con la suspensión les permitirá "arreglar y presentar un vídeo [que ahora se ve borroso] en el que se aprecia que Artiles nunca encañonó a sus compañeros".