El primer fenómeno meteorológico adverso del año viene de la mano del Sahara. La delegación regional de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) anunció ayer por boca de su máxima responsable, Irene Sanz, que la calima que desde ayer miércoles está presente en la atmósfera de las islas orientales y buena parte de Tenerife se mantendrá, con mayor o menor incidencia, hasta la jornada de este viernes.

La masa de aire cálido con vientos de componente este comenzó a cubrir parcialmente el cielo de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura con partículas de polvo sobre el mediodía y provocó una reducción notoria de la visibilidad. En el caso de estas tres islas, esta quedó cifrada en 5.000 metros al filo de las seis de la tarde, muy por debajo de los 7.000 metros contabilizados, apenas un par de horas antes, en el visibilímetro instalado en el aeródromo de Gando. Lo normal en este punto es que la vista alcance hasta 10.000.

A pesar de ello, en el recinto aeroportuario no se registraron incidencias de relieve en lo que a las maniobras de aterrizaje y despegue se refiere, según indicaron fuentes de Aena.

También en Lanzarote y Fuerteventura vivieron una tarde marcada por este fenómeno atmosférico, pero con más fuerza si cabe dada su cercanía con el continente africano.

En los dos aeropuertos ayer tarde la visibilidad había mermado hasta los 4.000 metros. Con todo, en ese momento de la jornada no se había decretado aviso alguno "porque este se suele ordenar cuando la visibilidad es inferior a los 3.000 metros y ese hecho aún no se había dado", recalcó Sanz.

La previsión cursada por la Aemet apunta a que durante la jornada de hoy jueves persistirá este panorama, si bien más atenuado y con una menor concentración de partículas. En cambio, el viernes volverá a cobrar fuerza ante el incremento de la intensidad del viento. El anticiclón, por su parte, lleva ya varios meses anclado al noroeste de la Península Ibérica.