El Cabildo de Gran Canaria mantiene todas sus previsiones para la macroestación de San Telmo pese a los recortes económicos en el ferrocarril del Sur, según adelantó ayer la consejera insular de Transportes, María del Carmen Rosario Godoy, con motivo del inicio de los sondeos geotécnicos para redactar el proyecto. La idea de la empresa adjudicataria es convertir el parque capitalino en el punto de unión de todos los transportes públicos de Gran Canaria, con las calles y andenes en subterráneo para prolongar la zona ajardinada hasta el mismo borde del océano.

Las 16 catas previstas se realizarán a lo largo de los dos próximos meses y alcanzarán una profundidad de 40 metros, con el objetivo de analizar los materiales geológicos y las filtraciones de agua del mar. Las obras del tren en San Telmo, tanto las vías como la estación, serán las más complicadas de todo el proyecto ferroviario, según los técnicos consultados. Los trabajos durarán un mínimo de dos años y transformarán por completo el frente marítimo en ese tramo del litoral.

La adjudicataria del proyecto, una unión temporal de empresas (UTE) formada por Ardanaz, Cabrera y Hernández, Euroestudios y LLPS Arquitectos, plantea una macroestación ferroviaria en la que también confluirán las guaguas interurbanas de la empresa Global, las urbanas de Guaguas Municipales, los taxis y un aparcamiento subterráneo para 1.100 vehículos particulares.

El diseño contempla una elevación de la cubierta del parque desde el actual quiosco de la música, en una suave pendiente ajardinada que pasará por encima de la calle Rafael Cabrera y de la Autovía Marítima. También se proyecta un paso aéreo para unir San Telmo con la biblioteca pública.