La cuenta atrás comienza a contar para el centro de día de mayores de Moya. El alcalde, Poli Suárez, ha dado un mes de plazo al Gobierno de Canarias para lograr financiación, antes de tomar la traumática decisión, que supondría enviar a los once internos a nuevos centros de la Isla, así como el despido de los siete trabajadores fijos y los contratos temporales.

"Ya no podemos seguir soportando por más tiempo el coste de la residencia de mayores, que nos cuesta más de 70.000 euros al año, y que no nos corresponde". Poli Suárez asegura que el Ayuntamiento ha estado haciendo un gran esfuerzo durante meses para mantener las puertas abiertas del centro, pero que está a punto de arrojar la toalla, al no haber recibido el apoyo económico que esperaba.

El alcalde expone que apenas cuatro de los once internos son de Moya, pese a lo cual ellos han costeado gran parte del mantenimiento. Y así lo han venido manifestando desde hace meses a los responsables de Asuntos Sociales, sin obtener hasta ahora un cambio de postura.

Poli Suárez ha puesto como plazo un mes para tratar de encontrar más dinero. En caso contrario, deja claro que se cerrará. Esto supondrá, avisa, el despido del personal, tanto fijo como eventual. En cambio, señala que los once usuarios serán reubicados por el Cabildo en otros centros asistenciales.

Poli Suárez deja, en cualquier caso, una vía de esperanza. El alcalde pretende pedir a la institución insular que suba la aportación por cada persona, para tratar de hacer un último intento por evitar el cierre definitivo.

El Ayuntamiento de Moya viene desde hace meses negociando con las Administraciones nuevas aportaciones económicas para sortear la falta de ingresos, sin que haya logrado avances. Esta situación es similar a la que sufren municipios como Gáldar, La Aldea e Ingenio, que también manifestaron en su momento su intención de cerrar los centros de mayores si no conseguían aumentar las dotaciones.