Gran Canaria gusta de promocionar sus productos y la miel no es menos, ya que acaba de celebrarse el séptimo concurso oficial de apicultura de Gran Canaria, organizado por el Cabildo. Tras decidirse que el certamen rote por todos los municipios de la Isla, Valsequillo acogió la cata y entrega de premios en las categoría de costa, medianías y cumbre. Participaron apicultores profesionales y aficionados, con galardones para cada modalidad.

La miel es conocida por sus propiedades beneficiosas, no sólo para la salud física sino también para mantener "un estado de paz", ya que como cuenta José Florido, de la marca Colmenar Florido, ganador profesional de este año, "la naturaleza otorga todo lo necesario para vivir".

Hace más de 25 años que José Florido, del barrio teldense de Lomo Magullo, cambió su profesión de electricista para dedicarse de lleno a la apicultura, su gran pasión. Además, su figura es reconocida en el sector, ya que tiene el cargo de presidente de la primera Sociedad de Apicultores de Gran Canaria.

El proceso de elaboración de la preciada miel es muy sencillo. El primer paso es ir al campo para transportar los cajones con los panales. Luego se elimina la capa externa de cera llamada opérculo con un cuchillo y se pasan las cajas a la máquina extractora, don-de gracias a la fuerza de sus giros la miel va cayendo hasta el colador. Una vez envasada, se deja un mes decantando para eliminar sus impurezas.

A pesar de ello, para vivir de la apicultura los inconvenientes son muchos, como explica José Florido. "No es rentable porque hay que dedicarle muchas horas y tener muchas colmenas, y por tanto mucho espacio", señala. Pero también ve una ventaja, "que el aporte ambiental que se hace a la naturaleza con esta actividad se devuelve por veinticinco."

Los productos que pueden extraerse de las abejas no son sólo diferentes tipos de miel. Además puede obtenerse polen, vino de abeja o hidromiel, usado en la antigüedad como tónico para el estómago, jalea real y propóleo. Todos estos alimentos tienen cualidades beneficiosas para la salud. José Florido explica que "la gente acude a la miel sólo cuando está enferma, pero es un error porque tiene muchos otros usos: puede limpiar heridas, es buena para el estómago, riñones, garganta... hasta para limpiar el cabello y como tratamiento de belleza. Es como una medicina natural".

Concursos agroalimentarios

Los concursos agroalimentarios como el de Valsequillo suponen una garantía para el consumidor porque están avalados por el Cabildo. Gracias a su difusión las empresas y los aficionados que participan logran crear un sello de calidad de la miel que tranquiliza al comprador, que ve que el producto que compra pertenece a un sector controlado. Las mieles de la Isla pasan por controles sanitarios y agroalimentarios gracias a los análisis realizados a partir de muestras.

Este año la sequía ha hecho estragos en la producción. La cosecha de miel es anual, los meses de verano son los de recogida, pero las previsiones indican que se sacará hasta un 50 % menos de la cantidad del año pasado debido a la falta de lluvias.

Los tipos de miel que participan en los concursos dependen de la procedencia de las abejas y la floración de cada zona de la Isla. Por ello se produce miel de costa, de color blanquecino y ansiada por los turistas; miel de cumbre; y de medianía, más oscura, todas ellas con diferentes sabores.

Desde las diferentes asociaciones de apicultores de Gran Canaria se ha pedido al Cabildo que se tengan en consideración las amenazas a las que se expone el sector, como la falta de lluvias y las plagas de avispas asesinas, que han llegado a arrasar colmenas enteras.

En verano aumentan los mercados agrícolas en los que los productos se promocionan, aunque, como explica Florido, la producción de las Islas Canarias no es muy grande por su misma geografía, así que la venta está casi asegurada. Debido a la obtención de su premio, muchas personas han acudido a su casa de Lomo Magullo en busca de productos selectos, como es la oficialmente Mejor Miel de Gran Canaria.