"La exportación de piedras de Asia está acabando con nuestro negocio aquí", asegura Vicente Rodríguez, el gerente de la Cantería de Arucas, una empresa con más de 25 años de experiencia en la extracción, elaboración y comercialización de piedras ornamentales, que está viendo reducidas sus ventas a causa de su particular crisis. Ahora los compradores optan por productos más baratos en evidente detrimento de la calidad.

Rafael Ruiz, el director de producción, cuenta qué tiene de especial esta piedra. "Nosotros tenemos cuatro canteras: las dos de Arucas, otra en Ayagaures y una última en Fuerteventura. De estas canteras extraemos la de Lomo Tomás de León, la rosa silva, la ayagaures y la roja bermeja. Son piedras con unas características técnicas especiales, que tienen una gran durabilidad, aguantan muy bien los ataques climatológicos, el color no varía con el paso del tiempo y son muy versátiles, aunque cada una tiene sus usos recomendados".

No obstante, con la llegada de la crisis, se ha incrementado la importación de piedras provenientes de Asia, especialmente desde Vietnam, India y China, lo cual está afectando a la cantería. "El cliente deja de mirar la calidad y solo se fija en el precio. Aún tenemos ventas aquí, pero cada vez se le da más preferencia a la piedra asiática. Si optaran por nuestro producto no habríamos pasado de 48 a 10 trabajadores entre todas nuestras canteras", afirma Vicente Rodríguez.

Yaiza Rodríguez, la directora de administración, explica que "en estos países no se exige calidad, no tienen en cuenta las cuestiones medioambientales y, además, la mano de obra es muy barata y no trabaja en muy buenas condiciones. En este sentido no somos competitivos con ellos económicamente, aunque sí en calidad".

"Por este motivo", dice Ruiz, "nos hemos tenido que buscar nuevos lugares a los que exportar. De hecho, ya tenemos a clientes interesados en lugares como Miami, Qatar, Dubái y la Península. Y ya se han construido casas en Madrid con nuestras piedras, y una en Suiza".