El caso de los ochos cachorros que aparecieron el día del Pino en evidente estado de abandono en la perrera municipal de Telde se complica. El Partido Antitaurino contra el Maltrato Animal (Pacma) presentó el pasado viernes una denuncia contra el Servicio para la Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil al entender que tanto la empresa responsable del mantenimiento de las instalaciones, Hot Dog, como el concejal de Protección Animal, Pablo Rodríguez (CC) habrían podido incurrir en un delito de maltrato animal.

Las versiones que ofrecen ambas partes se contradicen totalmente. Básicamente, desde el Pacma se culpa al edil de lo sucedido y este apunta a un particular desconocido como el responsable de la dantesca imagen vivida.

Esto fue lo que vino a realizar el munícipe esta misma semana a través de un comunicado aludiendo a las imágenes vividas en el perímetro exterior del recinto. "Como ocurre cada viernes, los animales que existían en la perrera ya habían sido trasladados al albergue insular de la localidad de Bañaderos", aclaró para dar a entender que los cachorros llegaron a través de un cauce nada claro.

Haciendo uso del informe elaborado al efecto por la Policía Local y el veterinario del consistorio, el concejal reconoció que los perros, de entre 30 y 45 días de edad, se hallaban delgados, pero declinó cualquier responsabilidad al respecto y halagó la "eficiencia e inmediatez" con la que se fajaron tanto el personal de la empresa responsable de la recogida de animales como el personal de su departamento.

"Es inadmisible la irresponsabilidad y la poca humanidad de aquellos que dejan a los animales abandonados a su suerte", recalcó tras puntualizar que cada semana se traslada hasta Bañaderos a una media de 20 animales.

Frente a esta versión, desde fuentes vinculadas al Pacma y a distintas protectoras de animales se ofreció este martes una versión diametralmente opuesta.

La ciudadana que alertó el sábado del estado en el que se hallaban los cachorros manifestó que se habían aportado ante el Seprona más de 80 fotos y cinco vídeos como pruebas de apoyo a la denuncia. "No existen ni medidas de seguridad ni de control en el recinto", cuyo mantenimiento ha encomendado por contrato el consistorio a la empresa Hot Dog, reseñó.

"Los animales, tres de ellos metidos en jaulas con candados", agregó, "estaban agonizando a mediodía y tuvimos que socorrerlos con nuestros propios medios a través de comederos, bebedores y mantas compradas en un 24 horas hasta que por la tarde, previo contacto con la Policía Local y no sin problemas, llegó uno de los trabajadores de la empresa y, tras dejar a casi todos los cachorros dentro, se lleva finalmente a uno de los animales para ser tratado dado su gravísimo estado de salud".

Impaciencia

La misma fuente insistió en que el animal no fue tratado finalmente en ninguna clínica esa misma noche "por falta de paciencia del trabajador". Al tiempo, dudó de la versión ofrecida desde el grupo de gobierno por el incidente. "No nos podemos creer la teoría de que fuesen lanzados por alguien desde la calle cuando al menos tres de los cachorros estaban metidos en jaulas de cemento con sus respectivos candados".

Varias protectoras han manifestado su interés directo en conocer cuál ha sido el destino final de los citados ejemplares. El caso está pendiente de tramitación en las dependencias de la Benemérita.