El de Yeray Rodríguez fue un gesto heroico que pocos pueden relatar. Sin pretenderlo, el pasado 13 de marzo se vio en medio de un brutal accidente en la Circunvalación a Las Palmas de Gran Canaria y sólo sus reflejos y sangre fría -desalojando la zona donde un camión sin frenos impactó con un turismo y se convirtió en una gran bola de fuego- evitaron que el balance final de la tragedia, con una mujer fallecida, fuese mayor.

El Ministerio del Interior reconoció semanas después este acto de profesionalidad, ejecutado en un día en el que no estaba de servicio, y ayer la comisaría de la Policía Nacional en Telde le puso a Yeray sobre la solapa de su traje la cruz al mérito policial con distintivo blanco que con tanto arrojo y coraje se había ganado.

Él fue, junto a Fernando Ávila, Hugo Peñate, Alberto Chaves, Iván Fernández y David Díez, uno de los seis funcionarios condecorados en la ciudad de los faycanes con motivo de la festividad de los Santos Ángeles Custodios, el conocido patrono de la policía.

Autoridades policiales, civiles y militares se dieron cita este martes en la ermita de San Pedro Mártir para celebrar un sencillo acto de reconocimiento en el que también fueron agasajados los policías jubilados Santiago Santana y Rafael Quesada, la dotación de Telde del Consorcio Insular de Emergencias -que no pudo acudir al encuentro- y el civil Guillermo Jiménez.

En el evento, desarrollado en la ermita de San Pedro Mártir de San Juan, tanto la alcaldesa, María del Carmen Castellano, como el comisario, Raimundo Villanueva, glosaron la labor de un cuerpo que en el municipio cuenta con cerca de 200 funcionarios adscritos.

La regidora subrayó "el valor que tiene la tarea policial en un estado de derecho como salvaguarda de los valores fundamentales de nuestra democracia", mientras que el mando recalcó "el espíritu de abnegación y sacrificio que ha llegado a cotas inesperadas" para hacer alusión al trabajo desarrollado por los miembros de una institución ampliamente apreciada en la ciudad.

Tras la imposición de medallas y entrega de diplomas, las cerca de cien personas que siguieron el acto se desplazaron hasta un local de restauración cercano para degustar un vino español.