Los problemas financieros por los que atraviesa el Ayuntamiento de Telde vuelven a hacer mella entre la clase trabajadora. Unas 200 personas, cuyo puesto de trabajo depende de forma directa del consistorio, se hallaban hasta el mediodía de ayer con retrasos en el cobro de sus nominas debido a las dificultades de liquidez que sufre la institución, si bien ninguna de ellas ostenta la condición de funcionario o personal laboral. Por un lado, los más de cien empleados que Aguas de Telde tiene adscritos al mantenimiento de los parques y jardines de la localidad no habían cobrad o aún el mes de septiembre.

El servicio sigue secuestrado por el Ayuntamiento hasta que en cuestión de unos días la nueva UTE que ha ganado el concurso -Ralons y FCC- se haga cargo de este.

De otro lado, a casi 40 empleadas de la empresa de limpieza Hespérides -que adecentan entre otras instancias las oficinas municipales- se le adeudan ya las nóminas de los dos últimos meses. En situación similar se hallan las trabajadoras de otras dos empresas del ramo y el personal de Gestel, la empresa municipal que atiende la escuela de música, el teatro y las bibliotecas.

El director de gobierno de Hacienda, Darío López, reconoció las dificultades existentes en el pago a las empresas que asisten al Ayuntamiento, pero matizó que "quien debe dinero a sus empleados son ellas, no el consistorio". El cargo aclaró que a finales de este mes habrá que abonar tres millones de euros en concepto de nóminas y otros tantos por préstamos e intereses bancarios. Aun así, negó que los funcionarios y laborales vayan a tener problemas para percibir con regularidad sus nóminas.