La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas tiene previsto enjuiciar en la jornada de hoy lunes a un ciudadano noruego por propinar una paliza con un monopatín a un vecino de Arguineguín. El fiscal acusa a Tore Mathias Rosendahl Skard de un delito de lesiones con alevosía, al tiempo que reclama al tribunal la imposición una pena de 10 años y 6 meses de cárcel.

Y es que, según recoge el Ministerio Público en su escrito de conclusiones provisionales, los hechos supuestamente cometidos por el imputado parecen muy graves. Tore Mathias, de 26 años, se acercó a la víctima por detrás, mientras Juan R. G. se encontraba en una gasolinera de Arguineguín apoyado en una bicicleta. Luego, para "asegurarse" su propósito y "evitar la defensa" del agredido, le golpeó con el monopatín en la espalda y en la cabeza.

El fiscal añade que la paliza no cesó en ese momento, sino que el acusado continuó agrediendo a la víctima mientras estaba en el suelo. Los golpes, propinados con el skate, iban dirigidos a su cabeza, aunque también usó los puños en el ataque.

Los hechos ocurrieron el 23 de noviembre de 2008. El acusado fue detenido esa misma noche y, debido a la gravedad de las lesiones, permaneció ingresado en prisión provisional hasta el 27 de febrero de 2009.

Secuelas

La víctima, que sufrió varias fracturas, estuvo 116 días en tratamiento médico. Entre las lesiones causadas destaca una fractura occipital, cefaleas, vértigos y dolores en el oído izquierdo y las lumbares.

Además, en la actualidad, el agredido presenta varias secuelas, entre ellas problemas de audición, estrés y un perjuicio estético debido a una cicatriz en el cuero cabelludo.

El fiscal, que no explica en su escrito de acusación el motivo por el que se desencadenó la agresión, también reclama una indemnización de 15.000 euros por las secuelas, así como la cantidad de 7.240 euros por los 116 días (casi cuatro meses) que el perjudicado estuvo incapacitado para trabajar y valerse por sí mismo.

La acusación pública interesa que se aplique la agravante de la alevosía, lo cual no es muy frecuente en los juicios que se celebran por lesiones. En este caso viene motivada por el sorpresivo ataque por la espalda, además de por la utilización en la agresión de un objeto contundente como es un monopatín.