La fuerte borrasca que descargó ayer en la zona turística de Morro Jable, en el municipio de Pájara, dejo al descubierto las carencias en materia de infraestructura de esta localidad, donde se produjeron situaciones de miedo tras la riada que bajaba sin control por el barranco de El Ciervo provocando inundaciones en viviendas y establecimientos en la avenida marítima y en el entorno de varios hoteles. V arios establecimientos hoteleros también se vieron afectados en la zona de Costa Calma, aunque no hubo que lamentar desgracias personales, solo daños materiales. También se sucedieron fuertes vientos que provocaron la caída de varios letreros de establecimientos y la rotura de palmeras y árboles.

La tromba de agua descargó con virulencia durante unos 20 minutos. Fue el tiempo suficiente para que el barranco del Ciervo comenzara a recoger agua en su cuenca y a provocar el pánico entre los vecinos que habitan en la zona del mismo nombre, acostumbrados a sufrir estas consecuencias ya que sus casas fueron edificadas en el mismo barranco.

Mientras esto ocurría en la parte alta del pueblo, los vecinos y propietarios de bares y restaurantes situados en le avenida marítima se preparaban para recibir un aluvión de barro y piedras. Y así fue porque muchos de estos establecimientos si vieron afectados y los empleados tuvieron que emplearse a fondo para limpiar los restos de lodo.

Los turistas que disfrutan de sus vacaciones en este municipio majorero observaban como las cristalinas aguas de las playas se convertían en turbias por los efectos del agua lluvia que había descendido hasta las mismas. Los hamaqueros también tuvieron que trabajar duro para impedir que la fuerza del agua arrastrara las mismas mar adentro.

Uno de los momentos de maxima tensión se vivió en el peligroso barranco de El Ciervo, cuando un turista que realizaba una ruta con su bicicleta quedó atrapado en el agua. La fortuna se alió con el visitante ya que la presencia de un tractor en la zona posibilitó su rescate sin que sufriera daños personales.

Otra de las zonas afectadas en Morro Jable se localizó en el entorno de los hoteles Faro y Robinson que acumuló en torno a estos dos establecimientos el agua, lodo y piedras procedentes de la parte alta.

Los bomberos de Pájara , agentes de la Policía Local, Guardia Civil y el Grupo de Seguridad y Emergencias del Cabildo de Fuerteventura tuvieron que intervenir para controlar la situación que se había generado con las fuertes lluvias.