Aday González León sufrió con apenas dos meses de vida un infarto que le dejó sin oxígeno casi tres minutos. El resultado fue una lesión cerebral que le dejó una tetraplejia espástica, o lo que es lo mismo, una rigidez en los cuatro miembros de su cuerpo, que pudo mitigar en parte gracias a una operación realizada hace diez años en Rusia.

Tiene reconocida una minusvalía del 84 % y sigue teniendo que manejarse en silla de ruedas. Pero esas limitaciones no le han impedido cumplir ese sueño que empezó a calibrar en su cabeza cuando Onda Canaria le sirvió de plataforma para dar a conocer su lucha por romper barreras escolares. Este joven de Guía ha transformado sus limitaciones en virtudes, y cada semana su voz encuentra eco en la emisora de Gáldar, cuyo reconocimiento gracias a Internet ha logrado traspasar Gran Canaria y entrar en Tenerife.

"Ser discapacitado es hasta divertido", remarca sin ningún tipo de complejo. Es más, sus programas se convierten en estímulos para todo tipo de personas, muchas de los cuales no dudan en marcar el teléfono de la radio simplemente para encontrar a alguien que les escuche, o bien para hacer consultas a los invitados. Juanita de Barrial, María de La Cañada... Aday reconoce a sus oyentes por el barrio en el que residen nada más escuchar sus timbres de voz y sin necesidad de apuntes.

El joven de 23 años dirige dos programas semanales. Desde hace un año lleva los miércoles por la mañana un programa de hora y media de duración con la música como tema principal; y, los jueves, otro por la tarde, en los que aborda con especialistas temas de diversa índole, entre ellos la discapacidad y las personas que tratan de romper barreras, como es su caso. Tal vez por eso éste sea su preferido.

Pero él vive por y para la radio. Su familia le ha habilitado en su casa un pequeño estudio donde prepara los programas y redacta el guión y las preguntas que luego hará a sus invitados, entre los que se incluyen profesores, sicólogos, médicos y magistrados. Pero, como él dice, todo lo hace con una gran ilusión. "Esta es mi pasión. Me gusta comunicarme, y pasar un buen rato. Esto es lo mejor que inventó Marconi", dice en un receso. Entre las anécdotas recuerda que en una ocasión la emisora organizó un maratón de 24 horas en apoyo a un joven, y mientras todos sus compañeros echaban una cabeza sobre las cinco de la mañana, él se mantenía en el aire hablando y cantando. "Si me dejan pongo la cama aquí", añade sin reparos. "Lo llevo en la sangre, y con ilusión sale todo adelante".

La vida de Aday ha estado marcada por la lucha. Y sus padres, Juan Felipe González y Reyes León, han sido un ejemplo de combatividad. "La radio le transforma, y se esfuerza por hablar bien. Cerrarla sería como coger una enfermedad para él". Sus padres recuerdan lo mal que lo pasó durante las dos semanas que duró la mudanza de la emisora. "La felicidad de Aday es su emisora", apunta su madre, sin olvidar que siempre ha sido un niño muy feliz, que reconoce sus problemas y no duda en hablar de ellos en antena.

Hace diez años viajó a Rusia para someterse a una operación con un doctor especializado que le permitió eliminar parte de la rigidez corporal y mejorar el habla. Los resultados fueron satisfactorios, y los padres lograron luego que esos especialistas vinieran a Gran Canaria a hacer lo mismo con otros niños.

A pesar de los avatares, Aday González terminó Orientación Laboral en el IES Siete Palmas. Pero no es su única actividad, ya que también nada con regularidad en la piscina de Agaete y participa en un grupo de música.