Las lluvias dejan los primeros destrozos en Gran Canaria. La borrasca causó ayer el derrumbe de un enorme muro de la fachada exterior del campo de fútbol del casco de Firgas, dejó sin clase a unos 120 alumnos de Moya por inundaciones en el colegio, cierres de carreteras y desprendimientos, registrándose en este municipio hasta 80 litros por metro cuadrado en siete horas. Las precipitaciones, que se prolongaron durante buena parte de la jornada, permitieron que los barrancos volvieran a correr y la entrada de un enorme caudal de agua en estanques y presas, llegando a contabilizar la Heredad de Moya hasta 400 litros por segundo. La zona baja de la capital recibe por la tarde una tromba con 10 litros en apenas 20 minutos.

La borrasca deja a su paso mucha agua y problemas. Moya contabilizó unos 80 litros por metro cuadrado entre las 5 de la mañana y las 13.45 horas, aunque la lluvia seguía arreciando. Esto supuso que la acequia de la Heredad de Aguas de Moya contabilizara una cifra récord de casi 400 litros por segundo a primera hora.

Esta tromba también tuvo sus consecuencias. Entre ellas, la suspensión de las clases en el CEIP Carretería, al anegarse las instalaciones. Esta situación afectó a 120 escolares, y se extenderá al menos hasta hoy, según el Ayuntamiento. A su vez, gran parte de las carreteras de acceso quedaron cerradas por desprendimientos.

Pero no fue la única incidencia, ya que algunos bajos de viviendas de Arucas se anegaron, como también de Moya, Firgas y los barrios de la zona alta de Las Palmas de Gran Canaria.

En el caso de Firgas, el efecto de las lluvias ocasionó el desplome de la fachada del campo de fútbol situado en la carretera que conduce al barranco de Las Madres, causando daños cuantiosos.

Y el desplome de un muro de 15 metros obligó al cierre de la entrada al casco por Carretería de Moya, a la altura del puente, en el que tuvo que intervenir el servicios de mantenimiento de carreteras del Cabildo de Gran Canaria. Además se contabilizaron numerosos desprendimientos, que obligaron a cortes en los accesos.

Las alcantarillas saltaron en algunas zonas del barrio de Tamaraceite de Las Palmas de Gran Canaria, causando problemas en la carretera de San Lorenzo, junto a algunos desprendimientos en el barrio de Tafira.

Las lluvias también descargaron en la tarde de ayer en la zona baja de Las Palmas de Gran Canaria. La tromba dejó 10 litros en apenas 20 minutos en Triana, que se suma a los seis litros cuantificados por la mañana.

Sin embargo, la borrasca permitió la entrada de un gran caudal de agua en los estanques de Las Medianías. Y los barrancos de San Andrés (Arucas) y La Aldea volvieron a recuperar imágenes de décadas atrás con el agua corriendo hasta la desembocadura.