Mano dura contra los actos vandálicos en las marquesinas de las paradas de guaguas. La Fiscalía de Menores pide 50 horas de trabajos comunitarios a dos jóvenes y una multa a sus padres como responsables subsidiarios por unas pintadas en ese mobiliario urbano, cuya reparación costó 450 euros. Este es el segundo caso de estas características que se verá en los juzgados en un año. La Autoridad Única del Transporte del Cabildo de Gran Canaria destina 400.000 euros anuales al mantenimiento de estas zonas y gastó 30.000 euros en el último año en reponer los cristales, siendo el coste de una marquesina de unos 6.000 euros.

Las pintadas, la colocación de carteles propagandísticos en lugares indebidos y la rotura de los cristales de las marquesinas tienen pena. La Autoridad Única del Transporte tramita la adjudicación a una empresa las tareas de conservación de casi 900 marquesinas repartidas por toda Gran Canaria. Sin embargo, pese a que desembolsará casi 1,7 millones en los próximos cuatro años, las paradas no siempre presentan la mejor imagen. La mayoría de las veces, por los actos de gamberros.

Pero este tipo de hechos no siempre quedan impunes. La Fiscalía de Menores acaba de remitir al juzgado en nombre de la Autoridad Única del Transporte su escrito de alegaciones contra dos jóvenes que presuntamente realizaron pintadas sobre la marquesina situada frente al complejo municipal de Deportes de Santa Brígida, y que fueron denunciadas por agentes de la Policía Local.

El caso está pendiente de que se señale la fecha para su celebración, según fuentes judiciales, e incluye una petición de 50 horas de trabajos a la comunidad por una falta contra el patrimonio. Además, como no cuentan con la mayoría de edad, delega en sus padres la responsabilidad subsidiaria por los costes de los trabajos realizados. El perito cifró los daños causados para su limpieza en 445 euros.

Pero no es el único caso que está en manos del juez por un caso de estas características. El Juzgado de Menores Número Uno ya sancionó en septiembre del año pasado a un menor de edad al pago de 150,15 euros por una falta de daños al citado organismo público grancanario, después de que rompiera tres cristales de una marquesina de una parada, al llegar al final del trayecto que había hecho en una guagua.

Agresividad

Sin embargo, este caso se vio envuelto en una mayor gravedad, ya que el autor, que en el momento de los hechos en 2010 contaba con 17 años, había arremetido con insultos contra el chófer de la guagua por despertarlo, y que se convirtió en agresiones contra dos agentes policiales de servicio y con uniforme cuando fue sorprendido realizando esos actos.

En su actitud agresiva, según el fallo, el muchacho causó a uno de los agentes cortes, laceraciones y contusiones que tardaron 10 días en curar. Pero también se vio afectado su compañero, que tuvo que ser atendido de golpes que arrastró durante 25 días. La actitud agresiva del menor continuó en el puesto policial.

La sentencia recoge una condena a este menor de un año y nueve meses de libertad vigilancia con tratamiento ambulatorio. Y, a su vez, con carácter subsidiario, la Consejería de Cultura, Deportes, Políticas Sociales y Vivienda del Gobierno de Canarias tuvo que afrontar la multa de 536,6 euros a uno de lo lesionados y otra por importe de 1.381,75 al segundo agente, además del pago de los citados 150,15 euros desembolsados a la Autoridad Única del Transporte de Gran Canaria por los daños en el mobiliario urbano.

La Consejería insular de Transportes estima que en el último año ha gastado cerca de 30.000 euros en reparar las cristaleras de las marquesinas de la Isla. Cada una de ellas cuesta entre 4.000 y 6.000 euros, además de la obra. Y, precisamente, en estos momentos tramita el expediente para la adjudicación del nuevo concurso de mantenimiento de las paradas por un importe de casi 1,7 millones durante cuatro años (a razón de más de 400.000 euros anuales).

En esa lucha contra los desperfectos en el mobiliario urbano está previsto que se actúe también contra las personas que instalan carteles propagandísticos en zonas prohibidas dentro de las cristaleras. Hay que tener en cuenta que los cristales cuentan con una zona reservada para colocar este tipo de anuncios, pero muchos se exceden y los colocan por todo el mobiliario, incumpliendo las normas para su utilización.