Aparecieron abandonados, en un delicado estado de salud y visibles signos de desnutrición para sus apenas 40 días de vida, lo que hizo saltar las alarmas. Hace un mes que salió a la luz pública el caso de los cachorros de la perrera municipal y, desde entonces, Silvia Rodríguez Suárez no ha parado en su lucha, junto a otras vecinas de Telde, para salvaguardar los derechos que también tienen los canes de la perrera municipal.

"Protectoras y otros colectivos han mantenido reuniones con el concejal de Protección Animal, Pablo Rodríguez, y le ofrecieron su experiencia y ayuda; muchas son las promesas, pero nada ha cambiado. No se puede pretender que personas voluntarias trabajen por nada mientras se destina una partida de dinero considerable a pagar los servicios de Hot Dog, que si fuese destinado a una buena planificación y gestión de recursos, la situación cambiaría de forma notable en beneficio de los animales y de los ciudadanos en general", relataron el grupo de vecinas en un escrito a la propia alcaldesa de Telde, María del Carmen Castellano.

Pero este grupo de mujeres, disconformes con la "carencia de avances", siguen poniendo de manifiesto, a día de hoy, la defensa el artículo 11 de la legislación conforme a la Tenencia y Protección de animales, en cuyo primer capítulo figura que "se prohíbe la tenencia de animales en lugares donde no pueda ejercerse la adecuada atención y vigilancia".

Para ello, elaboraron una serie de propuestas "con el fin de mejorar la situación de los animales", entre las que se encuentran un "control periódico para garantizar las condiciones higiénicas y sanitarias de los perros".